El Consejo de Seguridad de la ONU ha expresado su profunda preocupación por el resurgimiento de la violencia y el empeoramiento de la situación humanitaria en Darfur. Rusia pidió el día 11 a los demás miembros que considerasen la imposición de sanciones contra los grupos rebeldes que amenazan con hacer fracasar los esfuerzos para la paz.
Los Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia contestaron que cualquier cambio en la situación tendrá que ser equilibrada y deberá estar dirigida a todos aquellos que impiden el progreso, incluido el Gobierno de Sudán.
El Consejo pidió al Gobierno y a los rebeldes que cumpliesen el alto al fuego, que detengan todas las hostilidades, y que respeten la legislación internacional. También pidió que se despliegue lo más rápidamente posible la fuerza de 26.000 soldados en Darfur, cuya misión fundamental es proteger a los civiles.
El embajador de Rusia en la ONU, Vitaly Churkin, el actual Presidente del Consejo de Seguridad, leyó el comunicado del Consejo sobre el informe del Asistente del Secretario General para el mantenimiento de la paz, Edmond Mulet.
Mulet presentó una situación desalentadora de aumento de la violencia, lento despliegue de la fuerza conjunta de la Unión Africana y Naciones Unidas, y escaso progreso en la resolución política del conflicto de Darfur.
(Angola Press, 12-03-08)