Unos pocos sudaneses han escuchado la llamada de los activistas y fuerzas de la oposición a iniciar una huelga general por segunda vez en tres semanas para resistir a las medidas de austeridad impuestas por el gobierno.
La oposición instó a los sudaneses a quedarse en casa el lunes como parte de una acción de desobediencia civil, la segunda iniciativa después de una huelga similar del 27 al 29 de noviembre, que tuvo una respuesta más amplia.
En las primeras horas del lunes por la mañana, los periodistas de Sudan Tribune notaron un tráfico limitado y movimiento peatonal en las calles principales de la capital, Jartum. Sin embargo, alrededor de las 8:30 am (hora local) parecía que el movimiento de la calle volvía a la normalidad.
Los activistas acusaron a los Servicios Nacionales de Inteligencia y Seguridad (NISS, por sus siglas en inglés) de concentrar grandes cantidades de vehículos privados, transporte público y vehículos del gobierno a las calles para dar la impresión de que era una jornada típica de trabajo.
A diferencia de la anterior huelga en noviembre de tres días de «quedarse en casa» , los alumnos acudían a las escuelas de los diversos barrios de Jartum como era normal y en gran medida los empleados del gobierno se presentaban para trabajar
Sin embargo, un número menor de sudaneses acudieron a las instalaciones estatales . Además, parecía claro que los puestos de los mercados y las estaciones públicas estaban más vacíoa.
Un conductor de autobús escolar privado declaró a Sudan Tribune que salió de su casa porque «tiene la obligación de transportar a los alumnos».
«El movimiento en las calles es normal. Pero, por supuesto, no es como todos los días «, dijo un conductor de un vehículo de transporte público.
Los activistas celebraron el éxito de la huelga general y twittearon fotos de calles y oficinas vacías, mientras que los partidarios del gobierno distribuyeron diferentes imágenes para demostrar el fracaso de la huelga general.
La semana pasada, el presidente Omer al-Bashir dijo que su gobierno no será derrocado por el «WhatsApp», señalando que no entregará el país a «activistas del teclado».
Mientras tanto, el vicepresidente de Sudán, Hassabo Mohamed Abdel-Rahman, ha calificado a los defensores de la desobediencia civil como «traidores y saboteadores» diciendo que no tienen lugar en Sudán.
En su discurso ante los legisladores estatales de Jartum con ocasión de la declaración de la independencia de Sudán en el parlamento el 19 de diciembre de 1956, Abdel-Rahman dijo que la llamada a la desobediencia civil contradice el significado de la independencia.
«La desobediencia civil conviene a los espías que reciben dinero de Israel y de las agencias de inteligencia», dijo.
Pidió a los sudaneses en el extranjero que regresaran al país para resolver los problemas de Sudán a través del diálogo, diciendo que el gobierno está decidido a implementar el resultado del diálogo nacional.
Por su parte, el gobernador del estado de Jartum, Abdel-Rahim Mohamed Hussien, dijo que la desobediencia civil no es más que «pérdida de tiempo y energía», señalando que sólo perturba los intereses del país y del pueblo.
Agregó que el país necesita urgentemente movilizar esas energías y recursos para aumentar la producción ante sanciones económicas injustas y coercitivas.
Sudan Tribune
Fundación Sur
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