El Programa Mundial de Alimentos (PMA) de la ONU, confirmó ayer martes 27 de enero que se ha visto obligado a reducir las raciones de alimentos a cerca de 150.000 refugiados que viven en Uganda debido a la insuficiencia de fondos.
Los refugiados afectados son personas que llegaron a Uganda antes de julio de 2013, y que representan cerca de la mitad de los refugiados que reciben ayuda alimentaria del PMA en Uganda. Los cerca de 138.000 refugiados de Sudán del Sur desde que los combates comenzaron en diciembre de 2013 y los identificados como extremadamente vulnerables por la Agencia de Refugiados de la ONU (ACNUR) no se verán afectados.
Esta reducción en las raciones, que comenzó el mismo martes, se produce debido a que la agencia se encuentra en dificultades para recaudar los cerca de 30 millones de dólares suplementarios para la ejecución de sus operaciones en los países del este de África durante los próximos seis mes, según un comunicado del PMA. «Sin esta reducción, las reservas del PMA para los refugiados de Uganda se acabarían antes de abril. La última vez que las raciones tuvieron que reducirse, para los Refugiados en Uganda, fue de enero a marzo de 2014.
«La reducción de las raciones es nuestro último recurso para asegurar que podemos continuar proporcionando un apoyo esencial para la supervivencia de los refugiados más vulnerables», confirmó Alice Martin-Daihirou, coordinadora del PMA en el país. «Necesitamos urgentemente fondos para poder prestar una ayuda completa a estas personas en Uganda que no tienen absolutamente ningún medio para alimentarse a sí mismos».
Si el PMA no recibe importantes contribuciones en los próximos meses, la reducción de las raciones podrían alargarse durante los próximos seis meses o más, y afectar a los nuevos refugiados sudaneses.
De acuerdo con un proyecto de gobierno, una porción de tierra está asignada a los refugiados para construirse un refugio y cultivar alimentos. Sin embargo, el gobierno, el PMA, el ACNUR y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) constataron a finales de 2014 que más de la mitad de las familias de refugiados afectados por la reducción de las raciones habían tenido una mala cosecha.
[Fuente: notreafrik.com-Fundación Sur]