Reciclar los residuos de plástico en un aglutinante para la sustitución del cemento en la producción de adoquines, este es el nuevo reto que ha puesto en marcha la leyenda del fútbol camerunés, Roger Milla.
Desde finales de junio de 2015, el ex internacional camerunés está experimentando con este proceso en Yaundé, ya que su país se enfrenta al igual que otros tantos al gran reto del reciclaje de residuos plásticos.
«Hemos puesto en marcha este proyecto no sólo para luchar contra la contaminación, sino también para crear puestos de trabajo para los jóvenes sin empleo», declaró Roger Milla, que fue una estrella del futbol en los años 70-90.
En Camerún, los residuos plásticos: bolsas, sacos, botellas, se tiran con regularidad en la naturaleza. Los residuos inundan de este modo ríos, ensucian las calles y obstruyen las alcantarillas.
Esta contaminación es tal que el gobierno prohibió desde abril de 2014 «la fabricación, importación, posesión, comercialización o distribución de envases de plástico no biodegradables».
Sin embargo, algunos productores se están resistiendo. A principios de enero, se incautaron casi 100 toneladas de envases de plástico fabricados ilegalmente por una compañía de Douala.
En un intento por mitigar la magnitud del problema, Roger Milla, ha creado una asociación llamada «Coeur d’Afrique» (corazón de África) para la protección del medio ambiente y la promoción del desarrollo sostenible. Se pretende formar a 2.500 jóvenes para la recogida, la clasificación y la transformación en materia prima para la fabricación de adoquines.
Nueva vida para los residuos
Ya hemos seleccionado a 25 jóvenes a los que hemos proporcionado una formación integral, de manera que éstos formen a otros más tarde explica Pancrace Fegue, Secretario Ejecutivo de la asociación.
Estos pioneros ya han producido miles de piezas de adoquines, que se han utilizado para el revestimiento de la pista de la Federación Camerunesa de balonmano.
A finales de noviembre, la asociación involucró a los estudiantes de dos escuelas en Yaundé, pidiéndoles que recogieran residuos plásticos en sus barrios. En una semana, se recogieron casi tres toneladas de residuos, que luego fueron recuperadas por la asociación.
«Queremos que los estudiantes y las familias entiendan que los plásticos tienen un destino final» aparte de la basura o en la calle, dijo Fegue. En cuanto a la producción de los adoquines, «el plástico sirve como aglutinante y sustituye al cemento», añade.
«En los talleres, llevamos a cabo una selección», declaró Pierre Kamssouloum, director técnico del proyecto. Una vez que obtenemos el material que necesitamos pasamos a la fase de transformación. Explica que los plásticos que contienen, por ejemplo, el cloro son eliminados ya que son tóxicos en su transformación.
La producción continúa por la fundición del plástico añadiéndole arena antes de verterlo en los moldes. No se utiliza agua y el producto se seca al aire. Según el Sr. Kamssouloum, en el secado se emplean unos «15 minutos», mientras que para una plataforma de cemento y arena esto podría requerir 24 horas.
Pero ese no es el único beneficio: «nuestros adoquines son menos costosos» y, según él, estos nuevos adoquines «son resistentes al agua» y se pueden utilizar «en las zonas pantanosas» o «para construir fosas sépticas.»
Ayudar a los niños de la calle
Para el Laboratorio Nacional de Ingeniería Civil (Labogenie) organismo oficial de análisis de materiales de construcción y obras públicas, que ha llevado a cabo las pruebas sobre la calidad de estos nuevos adoquines, «los resultados son alentadores, pero deben ser reforzados por más pruebas».
«Los resultados sobre la capacidad de estos adoquines para resistir la absorción de agua son muy interesantes», piensa Pablo Mallo Nkongo, jefe de la división de pruebas y análisis de Labogenie
«Este proyecto me puede ayudar,» espera Elvis Kake, un niño de la calle. Roger Milla tiene la esperanza de, a través de su asociación, poder ayudar a muchos jóvenes.
Pero el proyecto aún se enfrenta a varios retos: la falta de vehículos para recoger la basura y la falta de recursos financieros, sobre todo para ayudar a los jóvenes.
La ciudad les ha ofrecido un sitio temporal para la producción de adoquines, mientras la asociación sigue buscando un lugar definitivo.
El Ministerio de Medio Ambiente, por su parte, pone a disposición de la iniciativa todos los envases de plástico no biodegradable incautados.
afriqueexpansion.com
Fundación sur
