Un pequeño grupo de soldados rebeldes que han amenazado con derrocar el gobierno de Madagascar se han encerrado en su cuartel, el día 18 de noviembre, mientras la isla del océano Índico espera el próximo movimiento de este plan de golpe.
El presidente, Andry Rajoelina, que expulsó al anterior, Marc Ravalomanana al exilio, en marzo de 2009, y celebró el día 17 de noviembre un referéndum para legitimizar su gobierno, ha restado importancia a los rebeldes, calificándolos de minoría irrelevante y los líderes militares lo han respaldado.
La calma parecía reinar en toda la capital y el aeropuerto internacional, que los rebeldes amenazaron con tomar, el día 18 funcionaba con normalidad, sin fuerzas de seguridad visibles.
La presión política sobre Rajoelina aumentó cuando uno de los mediadores en el impulso para lograr un acuerdo de reparto de poder entre Rajoelina y Ravalomanana, que ha fracasado, declaró que Rajoelina debería dimitir.
Un grupo de unos 20 oficiales declaró el día 17 de noviembre que habían establecido un consejo militar para gobernar la nación de Madagascar.
Gracias a Dios todavía estoy aquí
Rajoelina, el líder más joven de África, parecía imperturbable cuando habló con los periodistas, a última hora del día 17, después de que los altos mandos militares dieran su respaldo al gobierno y prometieran poner en marcha una rápida ofensiva contra cualquier intento de motín.
“Recibí una carta amenazándome de muerte si no dimitía. Gracias a Dios todavía estoy aquí”, declaró.
No está aún claro si los jefes militares que respaldan el gobierno intentarán negociar con los disidentes, o utilizarán la fuerza para impedir cualquier rebelión.
Van saliendo los resultados del referéndum
La crisis política ha paralizado la economía de Madagascar donde las compañías extranjeras están explotando sus depósitos de petróleo, níquel, cobalto y uranio.
La convulsión tuvo lugar el mismo día que Madagascar votaba pacíficamente en un referéndum sobre la nueva constitución, con la que la edad mínima para un presidente se rebajará a 35 años, para que Rajoelina, de 36 años pueda permanecer en el cargo.
Mientras que los analistas esperan que tras el referéndum se apruebe la nueva constitución, el bajo nivel de participación ayudará muy poco a Rajoelina a legitimizar su estancia en el poder, según ellos, entre el rechazo internacional generalizado.
Los primeros resultados apuntaban a la victoria del Sí, pero la participación fue de tan sólo el 33 %.
(Mail & Guardian, Suráfrica, 18-11-10)