Cientos de personas han huido del resurgimiento de la violencia en la región sudanesa de Darfur, dejando abandonados los pueblos cercanos al lugar donde se han producido recientemente las batallas entre las tropas del gobierno y los rebeldes, según la UNAMID, la misión de paz de la ONU y la UA en Darfur.
El conflicto que dura ya 8 años en el remoto oeste de Sudán ha visto un resurgimiento de enfrentamientos con armamento pesado en las últimas semanas, entre el ejército y los rebeldes, boicoteando las conversaciones de paz.
La misión conjunta de la ONU y la UA, UNAMID, han declarado que enviaron una patrulla al lugar de los enfrentamientos de la semana pasada, alrededor de la ciudad de Thabit, a 50 kilómetros de la base de su misión, situada en la capital del norte de Darfur, El Fasher.
“Los pueblos de los alrededores de Thabit habían sido abandonados. La patrulla vio algunos signos de destrucción”, afirmó el portavoz de UNAMID, Chris Cycmanick.
La mayoría de los habitantes de estos pueblos se habían refugiado en El Fasher y en otra ciudad del norte de Darfur, Shangil Tobay.
Una fuente de Naciones Unidas, que habló desde el anonimato, asegura que cientos de personas han huido del escenario de los enfrentamientos.
Los grupos de Ayuda afirman que existe una preocupación creciente por los civiles abandonados en la región en los últimos meses, sin alimentos ni refugio, contra las frías noches del invierno.
Una postura más agresiva
Los trabajadores humanitarios, que regularmente piden que no se los nombre por temor a ser expulsados, dicen que el gobierno ha prohibido el acceso a grandes partes de la zona central de Jabel Marra, uno de los bastiones que quedan de los rebeldes. “Las necesidades humanitarias no se han cubierto durante meses. El asunto de acceder a Jabel Marra es algo en los que llevamos trabajando casi un año”, afirma uno de ellos.
La semana pasada, la enviada de Washington en las Naciones Unidas, Susan Rice, criticó a Jartum por obstruir el trabajo de la UNAMID y dijo que la misión debe tomar una postura más agresiva en la región.
La violencia surgió en 2003, cuando la mayoría de los rebeldes no árabes se unieron para luchar contra el gobierno de Sudán, acusando a la élite de Jartum de marginalizar el territorio que hace frontera con Chad.
El Tribunal Penal Internacional ha emitido una orden de arresto internacional contra el presidente de Sudán, Omar Al Bashir, que se enfrenta a cargos de planear y organizar genocidio y crímenes de guerra durante la contra insurgencia en Darfur.
(News 24, 03-02-11)