El presidente de Gambia, Yahya Jammeh, se vio obligado el pasado 27 de septiembre, a correr hacia un coche que le esperaba entre fuertes medidas de seguridad, entre gritos de manifestantes de la diáspora de Gambia, que protestaban con eslóganes como “Abajo la dictadura” o “Jammeh debe marcharse”, en Nueva York.
El presidente Jammeh había acudido el día 27 a la sede de las Naciones Unidas, donde se celebraba la 68 Asamblea General de la ONU, a finales de septiembre, como cada año, para pronunciar su discurso ante los mandatarios de todo los países miembros.
El presidente de Gambia aprovecho la ocasión para continuar con su campaña de denuncia de las relaciones entre personas del mismo sexo, definiéndolas como “la mayor amenaza para la humanidad”.
Poco antes, esa misma mañana, enfrente del hotel Ritz Charlton, donde se alojaba parte de la comitiva de Gambia, el recién nombrado embajador de Gambia en la ONU, Momodou Tangara, ex ministro de Exteriores, se implicó en una pelea a puñetazos con un activista político gambiano, Falai Baldeh, que estaba entre los manifestantes que había acudido al lugar para protestar por el régimen de Jammeh en el país del África Occidental.
Falai y su compañero activista Saihou Mballow, entre otros, estaban en el hotel en pleno centro de Manhattan, esperando a que saliera el presidente Jammeh. “Mientras esperábamos, vimos a Batata Juwara* entrar en el hotel. Poco después le siguió Momoudou Tangara”, explica el activista gambiano, “Hicimos piquetes a ambos cuando entraban en el hotel, pero Tangara volvió a salir a la calle y comenzó a increparnos”, explica Mballow.
Según los testigos fue el funcionario del cuerpo diplomático gambiano quien empezó la pelea, razón por la cual, aunque él había sido sacado del lugar rápidamente por los servicios de seguridad, la policía de Nueva York no detuvo a los dos activistas que se vieron implicados en la pelea, Falai Baldeh, el primero que respondió a los golpes del embajador, y su compañero Bakary Jarju, que se involucró para defenderle.
Los activistas continuaron con la protesta hasta que salió del hotel el presidente, a toda prisa hacia el coche oficial, sellado por los servicios de seguridad y los servicios secretos estadounidenses. Los manifestantes intensificaron los abucheos y los gritos hacia el presidente tras el incidente y en el momento en que este salió para dirigirse a la sede de la ONU. Después se desplazaron a la sede de la ONU para seguir con su protesta y después a la misión de Gambia en Nueva York, donde continuaron la protesta.
Según Falai Baldeh, ha estado bajo vigilancia de los servicios secretos estadounidenses desde que Yahya Jammeh llegó a Nueva York. Incluso estos agentes se le acercaron en las inmediaciones del Hotel Carlton y le cachearon y registraron su mochila, explicándole que sospechaban que escondía un arma. “Tenía una mochila tipo militar, y ellos pensaron que llevaba en ella un arma. Nadie está armado en nuestro grupo. Estamos aquí para protestar contra la dictadura en Gambia. No me importa ir a la cárcel por ello, pero nadie me negará mi derecho constitucional a la libertad de expresión y de asamblea”, declaró Falai Baldeh.
Ousman Njie
(Foroyaa / Otras Fuentes, Gambia, 01-10-13)
* Director de protocolo en el ministerio de Asuntos Exteriores hasta 2007, cuando fue destituido por el presidente. En 2008 fue juzgado por diversos cargos de fraude y corrupción, pero en enero de 2009 el estado declaró nulo el proceso y el tribunal de Banjul cerró el caso.