Los nigerianos, que comparecieron en gran número a las urnas en el fin de semana, esperan con ansiedad los resultados de unas elecciones presidenciales muy reñidas y, según el parecer de muchos observadores, globalmente satisfactorias, pero con sospechas e indicios de «interferencias políticas deliberadas».
Al margen de las negociaciones sobre el programa nuclear iraniano en Suiza, el secretario de Estado americano, John Kerry, y su colega británico, Philip Hammond, afirmaron que no hubo una manipulación sistemática del proceso electoral en Nigeria, pero que sí existen «indicios preocupantes de que el proceso de recuento de votos puede ser objeto de interferencias políticas deliberadas».
La Comisión Electoral Independiente da Nigeria (INEC) reaccionó de manera rápida y afirmó que los temores no tienen fundamento y que «no existe ninguna prueba de interferencia política».
Ante el riesgo de violencia pos-electoral, la Unión Africana (UA) hizo un llamamiento, en un comunicado, al recurso «a los medios legales existentes en caso de contestación de los resultados», en unas elecciones que, según la misma organización, respetaron «los principios continentales de elecciones democráticas».
Los analistas temen disturbios después del anuncio de los resultados, previsto para el martes, 31 de marzo, como los que acontecieron en las elecciones de 2011, que dejaron casi 100 muertos. Los primeros incidentes ya fueron registrados el día 29 de marzo en Port-Harcourt, capital del estado petrolífero de Rivers (sud), entre partidarios de Goodluck Jonathan. El presidente del INEC, Attahiru Jega, prometió investigar todas las quejas y pidió la calma a la población.
En Kaduna, gran ciudad del centro del país y una de las más afectadas por la violencia de 2011, se teme la repetición de la masacre de cristianos, ocurrida cuando Muhammadu Buhari admitió su derrota en favor de Goodluck Jonathan, hace cuatro años.
Según informaciones disponibles el 31 de marzo a las 14 horas, el total de votos de 18 estados de Nigeria, nos da la siguiente situación provisional:
Goodluck Jonathan / Namadi Sambo (41.56%, 6,488,210 votos)
Muhammadu Buhari / Yemi Osinbajo (54.58%, 8,520,436 votos)
En ese momento, ninguno de los 12 siguientes candidatos había conseguido el 1% de los votos. Lo que muestra la clara polarización de las elecciones presidenciales alrededor de Goodluck Jonathan (Presidente) y Muhammadu Buhari (oposición).