Por un desarrollo sostenible, más allá del progreso económico

16/04/2025 | Editorial, Opinión

Nuestro mundo tiene una grave deuda social con los pueblos empobrecidos, porque les priva de agua potable, de educación y de acceso a otros recursos necesarios, como tierra, casa y trabajo para una vida digna.

La forma de entender el progreso económico de muchos empresarios está causando el saqueo y la acumulación de los recursos disponibles por grandes empresas, privando a más de media humanidad de los bienes necesarios para una vida humana digna.

El crecimiento demográfico es compatible con el desarrollo integral y solidario. Sabemos además que se desperdicia un tercio de los alimentos producidos.

Se sigue privatizando montes, bosques, ríos, mares y hasta los propios alimentos, abandonando a la mayoría más empobrecida. La inequidad afecta a individuos, gobiernos, pueblos y naciones dejándolos con mayores deudas a devolver.

Estamos maltratando a pueblos enteros, países y regiones de África, privándolos de sus recursos debido en parte al paradigma tecnocrático, que está arrasando la economía, la libertad y la justicia. Este sistema político y económico nos está llevando a la degradación humana y ecológica.

El sistema social y económico es injusto en su raíz”, afirma el papa Francisco (nº 59 E.G.). Esto se delata especialmente en el trato de los inmigrantes, y de las mujeres que sufren la exclusión, abusos, y marginación total.

Economistas de prestigio global (Jefrey Sachs), proponen interesantes reflexiones:

  • Los seres humanos son más que “seres económicos”, también tienen necesidades orientadas a los demás y son capaces de equilibrios cooperativos y de promover una convivencia digna para los demás, respetando la casa común.
  • De la abundancia de recursos debemos llegar al compartirlos de forma justa.
  • Compartir los recursos con los demás nos lleva a mejorar la calidad de vida.

La clave reside en situar al ser humano y al bien común en el centro mismo de toda la actividad política y económica.

Cuando tantos gobernantes, dictadores y empresas poderosas controlan el poder y los recursos, para su propio beneficio económico, privando a la mayor parte de la humanidad de lo necesario para una existencia humana y pacífica, vamos camino de la desintegración y de la cosificación de lo que debería ser una familia humana.

Otro punto que resaltan los economistas de prestigio es que los cambios de criterios y de calidad en la gestión de los recursos no vendrá nunca de los gobernantes ni de los poderosos, sino de las sociedades y de los pueblos, mejor informados y más comprometidos para trabajar juntos por un nuevo orden y ética de valores, en la gestión del poder y de los recursos.

El aumento de “trumpeteros” ya no nos sorprende, pero sí lo hace el aumento de los seguidores manipulados. Esta realidad nos lleva a un problema de fondo: la cuestionada calidad de laeducación y la falta de valores humanos en nuestra sociedad.

Pensadores y educadores, con formación científica y de valores humanos, como el papa Francisco, Angela Merkel, Federico Mayor Zaragoza, Audrey Azoulay, etc., nos dicen, que debemos priorizar un acuerdo global para una educación integral, científica y ética. Ese será el auténtico fundamento de una gobernanza y convivencia realmente humana y solidaria, elegida por una sociedad animada por la ciencia y los valores humanos.

CIDAF-UCM

Autor

  • Nacido en Izco (Navarra), en 1942, estudió filosofía en Pamplona (1961-1964). Hizo el noviciado en Gap – Grenoble (1964-1965), con los Misioneros de África (Padres Blancos). Estudió Teología en el instituto M.I.L. de Londres, (1965-1969), siendo ordenado sacerdote en Logroño, en los Padres Blancos en 1969.

    Comenzó su actividad misionera en África en 1969, siendo enviado a la diócesis de Hoima en Uganda, donde estuvo trabajando en la educación, desarrollo y formación de líderes durante nueve años. Luego vivió un periodo de trece años en diversas ciudades europeas, trabajando en la educación y capacitación de los jóvenes (Barcelona 1979-1983)) , en Irlanda como responsable de la formación de los candidatos polacos (1983-1985), y en Polonia donde fue Rector del Primer Ciclo de Filosofía Polaco (1985-1991), y se doctoró en Teología espiritual en Lublin, donde fue nombrado profesor de la misma Universidad Católica de Lublin (KUL), de dicha ciudad, en 1991.

    Regresó a Uganda en 1992, y fue elegido Provincial de los padres Blancos de Uganda hasta 1999. Durante este periodo, fue también presidente de la Asociación de Religiosas-os en Uganda (ARU), y pionero en la construcción del Centro Nacional de Formación Continua (USFC). Además inició la Comisión de Justicia, Paz e Integridad de la Creación (JPIC) en 1994, trabajando en la formación de líderes en JPIC.

    En 2000 y 2004 cursó estudios sobre educación en Justicia, Paz, y Transformación de Conflictos, en Dublín. Desde su regreso a Uganda, fue pionero en la capacitación de agentes sociales en JPIC, y en el establecimiento del primer Consorcio de Educación Ética (JPIIJPC), lanzado por seis Congregaciones Misioneras, en 2006. Desde el inicio, y hasta junio 2011, ostentó el cargo de primer Director del Instituto. Al mismo tiempo fue profesor invitado de Ética en la Universidad de los Mártires de Uganda (UMU).

    En septiembre de 2011 fue nombrado director general de África Fundación Sur (AFS), organismo que dejó de existir en 2021. En la actualidad sigue trabajando por África al 100 % siendo, entre otras ocupaciones, editorialista en el CIDAF-UCM.

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