Los guardias de seguridad privada han disparado y matado a un pirata somalí durante un ataque a un barco mercante en las costas del África oriental, en lo que se cree que es el primer asesinato de este tipo, por parte de contratistas armados, según ha desvelado el portavoz de la Fuerza Naval de la Unión Europea, John Harbour, el día 24 de marzo.
Esta muerte se produce entre los temores de que los piratas, cada vez más agresivos, y el creciente uso de contratistas de seguridad privada armados, a bordo de las embarcaciones puedan alimentar un aumento de la violencia en alta mar. La gestión de este caso podría tener implicaciones legales, más allá de los individuos involucrados en el tiroteo del día 23 de marzo de 2010.
“Esto será analizado muy de cerca”, prometió Arvinder Sambei, una asesora legal para el programa anti piratería de la ONU. “Siempre ha existido una preocupación sobre estas compañías (la seguridad privada). ¿Ante quién son responsables?”.
Los guardias estaban a bordo del MV Almezaan, cuando un grupo de piratas se acercó dos veces, según el portavoz de la Fuerza Naval de la UE. Durante la segunda aproximación al carguero de bandera panameña, pero cuyos propietarios son de Emiratos Árabes Unidos, se produjo un intercambio de fuego entre los guardias y los piratas.
Una fragata de la Fuerza Naval de la UE fue enviada a la escena y se lanzó un helicóptero que localizó a los piratas. Encontraron a siete piratas, entre los cuales uno había muerto a causa de las heridas causadas por disparos de un arma de calibre pequeño, disparadas por los guardias de seguridad privada contratados.
Un comunicado emitido por el ministerio de Defensa de España asegura que el buque de guerra Navarra había interceptado dos lanchas y un buque más grande, que se cree que era la nave nodriza de los piratas. Las fuerzas de seguridad españolas arrestaron a los seis piratas que quedaban y tomaron bajo custodia el cuerpo del pirata muerto, hundiendo después el buque más grande de los tres encontrados.
Los dos más pequeños tenían numerosos agujeros, según el comunicado. España estaba intentando contactar con el gobierno somalí para entregar el cuerpo e identificar a los miembros de la tripulación detenidos así como a los atacantes sospechosos. España también intentaba contactar con el dueño del buque para que se presentasen cargos formales de piratería y los detenidos puedan ser llevados a Seychelles o Kenia, bajo un acuerdo que los dos países tienen con la Unión Europea.
Sambei dice que el caso podría llegar a ser complicado legalmente. Los investigadores deberán establecer quién tiene jurisdicción, la bandera que llevaba el barco, sus propietarios o la nacionalidad de los contratistas, y quién es responsable de los contratistas de seguridad privada para establecer una investigación independiente, según ella.
“La cuestión de fondo es que alguien ha sido asesinado y alguien debe rendir cuentas por ello”, señaló la asesora de la ONU.
Las confrontaciones violentas entre los barcos y los piratas están aumentando. Las tripulaciones cada vez son más adeptas a repeler los ataques de los piratas en las peligrosas aguas del Océano Índico y el Golfo de Adén y muchos propietarios de barcos están contratando seguridad privada. Pero los piratas se están volviendo más agresivos como respuesta, disparando con balas y granadas a los barcos para intentar intimidar a los capitanes y que se detengan.
Varias organizaciones, incluida la Oficina Marítima Internacional, han expresado su temor ante el uso de contratistas de seguridad armada pueda alentar a los piratas a ser más violentos cuando abordan un barco. Algunos pescadores han resultado heridos o muertos antes, pero esto normalmente pasaba por accidentes o mala salud. Sólo se conoce una ejecución de un rehén, a pesar de las docenas de secuestros por los piratas.
Los navíos internacionales han matado a cerca de una docena de piratas durante el año pasado, según Harbour. Se cree que cientos más han muerto en el mar, o por hundimiento o porque se han deshidratado cuando se los acababa el agua y el combustible, según Alan Cole, que dirige la iniciativa anti piratería de la Oficina de la ONU para Drogas y Crímenes.
Los ataques piratas no han descendido a pesar de las patrullas de docenas de buques de guerra en las costas de Somalia. La parte de Océano a patrullar es demasiado extensa para poder proteger a cada barco y los piratas han respondido a este aumento de presencia naval desplazando los ataques mar adentro.
Los expertos dicen que la piratería no es más que un síntoma del derrumbamiento general de la ley y el orden en el estado fracasado de Somalia, que no ha tenido un gobierno efectivo desde hace 19 años. Los expertos añaden que los ataques continuarán hasta que haya un gobierno central capaz de controlar a las bandas de piratas muy bien armadas y muy bien pagadas.
(IOL/Associated Press, 24-03-10)