El ejército francés se ha unido el día 21 de junio a la búsqueda en la jungla entre Congo Brazzaville y Camerún de un avión que transportaba a uno de los hombres más ricos de Australia, y otros diez altos ejecutivos de compañías mineras, que se teme que ha sufrido un accidente aéreo en la zona.
Las autoridades de Congo Brazzaville han afirmado que pedirán a los pigmeos que se sumen a la búsqueda del Caza C212, que fue fletado por la compañía minera Sundance Resources, y desapareció el día 19 de junio de 2010.
La espesa niebla sobre la selva ha entorpecido los esfuerzos por localizar el avión, que llevaba a bordo a la junta directiva de Sundance al completo, incluido el magnate Ken Talbott, en un vuelo que iba desde Yaundé, la capital de Camerún, a Yangadú, en el noroeste de Congo Brazzaville.
Seis australianos, dos británicos, dos franceses y un estadounidense viajaban en el avión.
Se han añadido a la búsqueda dos helicópteros del gobierno de Camerún, además de un transportador C-160 y un helicóptero Cougar franceses y oficiales australianos, americanos y canadienses. Pero el coronel Pomphile Akoli Awaya, comisario del aeropuerto Mayi-Mayi de Brazzaville, ha declarado que “es la temporada seca y hay mucha niebla en las zonas de la selva”, por lo que la búsqueda no es fácil, añadiendo que “necesitaremos llamar a los pigmeos, que tienen mucha más movilidad en la selva, para esta operación”.
Yangadú es una remota ciudad minera, y sólo los aviones pequeños pueden aterrizar en la pista de aterrizaje que tiene.
El ex presidente de Sundance, George Jones, ha explicado que la junta directiva volaba en el mismo avión porque el jet privado de Talbot no podía aterrizar en la pequeña pista de Yangadú. “No es lo normal que toda la junta vuele en el mismo avión, de hecho rompe las normas de la corporación, obviamente está relacionado con el hecho de que sólo podían utilizar un avión”.
Sundance, una compañía dedicada a la extracción de mineral de hierro, paralizó todas sus operaciones en África y ordenó a su personal que ayudase a la búsqueda desesperada del avión bimotor turbohélice que transportaba a Talbot, cuya fortuna se calcula en 965 millones de dólares australianos, unos 840 millones dólares estadounidenses.
Los controladores aéreos perdieron contacto con el avión poco después de que despegase de Yaundé.
(News 24, 21-06-10)