Autor . Carlos Agulló
Le llaman economía informal y, si se miran los porcentajes de ocupación por áreas de ocupación, podría considerarse el primer sector. Casi tres de cada diez residentes en Addis Abeba tienen su fuente de ingresos en esos pequeños negocios, actividades de subsistencia que se desarrollan fuera de los circuitos formales de la economía. Vendedores ambulantes, listros que limpian zapatos por todas las esquinas; kurales que son auténticos agentes del reciclaje y la reutilización de hierros, plásticos y vídrios que recogen por las casas, vendedores ambulantes de toda clase de productos; los seveñás que vigilan obras y edificios; los chavales que hacen recados para los comercios… y los puestos de alquiler de periódicos y revistas.
Los hay en varios puntos de la ciudad, pero quizás el más concurrido es el que se encuentra en una de las esquinas de la plaza de Arat Kilo, en las escaleras situadas junto a la terraza del Jolly Bar. Por diez céntimos de birr uno puede consultar un periódico atrasado, copiar una oferta de trabajo o repasar las noticias. El precio sube un poco si se quiere fotocopiar alguna página del ejemplar.
Original en :
MAMÁ ETIOPÍA :: MAMMA ETHIOPIA La tierra que alumbró nuestras vidas
