El presidente Barack Obama hará su primera gira a África el próximo mes de junio, visitando Senegal, Tanzania y Suráfrica, su itinerario, publicado el día 20 de mayo deja de lado a Kenia, la tierra de sus ancestros.
Obama desilusionó a muchos africanos permaneciendo solo unas pocas horas en el África subsahariana –concretamente en Ghana- durante su primera legislatura, pero ahora está dispuesto a poner en práctica una nueva estrategia regional de gran alcance, priorizando las reformas democráticas y económicas.
Las especulaciones se centrarán en si el primer presidente negro de América verá al icono de la lucha anti-apartheid, el surafricano Nelson Mandela, en un viaje en el que estará acompañado por la primera dama, Michelle Obama.
La Casa Blanca dijo que esta anhelada y esperada visita fue planeada para subrayar “el compromiso de Obama para ampliar y profundizar la cooperación entre los Estados Unidos y el pueblo del África subsahariana” para avanzar en la paz y la prosperidad.
Obama se reunirá con funcionarios, hombres de negocios y líderes de la sociedad civil, incluida gente joven, en el viaje que hará entre el 26 de junio y el 3 de julio –en un inusualmente largo viaje para un presidente que normalmente atraviesa volando las zonas horarias en sus viajes al exterior.
Pero los primeros análisis se centrarán bastante en los lugares de África que no tiene planeado visitar, como Kenia, la tierra del difunto padre de Obama y donde siguen viviendo sus parientes, una llamativa omisión.
Con frecuencia, Obama utiliza su pasado e historial para conectar con extranjeros, recordando su infancia en Indonesia, su herencia irlandesa, y como nativo hawayano, presentándose como el “primer presidente del Pacífico”. Pero su política ha echado por tierra las esperanzas de que Obama reconecte con sus raíces en Kenia.
Probablemente sería visto como indecoroso para Obama aparecer junto a Uhuru Kenyatta, elegido presidente en marzo, quien será juzgado en julio ante el Tribunal Penal Internacional (ICC) por crímenes contra la humanidad en la violencia posterior a las elecciones de 2007 y 2008.
Un funcionario de la Administración dijo, bajo la condición de anonimato, que la elección de Kenyatta había sido un factor negativo en los planes de la visita de Obama a África.
Obama hizo una visita a Kenia en 2006, poco después de su elección como senador, pero antes de que anunciara su candidatura a la Casa Blanca en 2008.
Su visita a África seguirá a una gira similar que su esposa Michelle hizo en junio de 2011, durante la cual se reunió con Mandela.
Mientras que el presidente todavía no ha organizado una gira por todo el continente, él hizo de anfitrión en una reunión con su homólogo, Macky Sall, el reciente elegido presidente de Senegal, a finales de marzo, junto a los mandatarios de Sierra Leona, Malawi y Cabo Verde, alabándoles como ejemplos del “progreso que estamos viendo en África”.
En 2011, Obama recibió a otros cuatro mandatarios africanos en la Casa Blanca, los presidentes de Benín, Guinea, Níger y Costa de Marfil. Él les había prometido que los Estados Unidos sería un “socio incondicional” para las democracias en África.
En junio de 2012, Obama desveló una nueva estrategia de gran alcance para África, con la meta de reforzar la seguridad y la democracia, en un continente que se enfrenta a la amenaza de Al Qaeda y la ofensiva económica china.
El nuevo plan de acción de EE.UU. busca impulsar el comercio, fortalecer la paz, la seguridad y la buena gobernanza así como reforzar las instituciones democráticas, declarando que un continente roto por la pobreza, la corrupción y el enfrentamiento podría ser la próxima gran historia de éxito económico en el mundo.
La administración pregonó como “exitosas” las ayudas para la restauración de la democracia en Costa de Marfil, el apoyo al nuevo estado de Sudán del Sur, los esfuerzos para retornar la estabilidad en Somalia y la implicación con los jóvenes líderes africanos.
En su discurso ante el parlamento de Ghana en 2009, Obama proclamó que aun cuando el continente necesita ahora la ayuda internacional, “el futuro de África depende de los africanos”.
La visita de Obama probablemente arrojará también un nuevo punto de atención en el Plan de Emergencia del Presidente de ayuda contra el SIDA, que fue la idea de su predecesor George W. Bush, y que se le atribuye haber salvado millones de vidas.
(Times Live, Suráfrica, 21-05-13)
Traducido para Fundación Sur por Miguel Obregón Tomé.