Cientos de seguidores del ex presidente de Costa de Marfil, Laurent Gbagbo, se manifestaron ante la Corte Penal Internacional, ICC pro sus siglas en inglés, en La Haya, el día 30 de octubre, donde sus abogados volvieron a presentar alegaciones para que se le ponga en libertad.
Vestidos con el traje tradicional naranja y envueltos en la bandera de su país, naranja, blanca y verde, unos 600 seguidores tocaron tambores y cantaron, coreando “¡devuélvannos a nuestro presidente!” y “ICC ¡ladrona de presidentes!”.
Dentro del tribunal, en el edificio que parece una fortaleza rodeada de alambre de espinos y una cerca eléctrica, en un barrio del sur de La Haya, el abogado de Gbagbo, Emmanuel Altit, argumentó que no había riesgo de fuga de su cliente.
El 1 de mayo, los abogados de Gbagbo presentaron una solicitud de “libertad condicional”.
Pero el día 26 de octubre, el tribunal rechazó la solicitud de los abogados y el antiguo hombre fuerte de Costa de Marfil seguirá entre rejas.
El día 30 de octubre, los abogados de Gbagbo volvieron a apelar por su puesta en libertad, de cara a la revisión de noviembre, sobre si seguir manteniéndole bajo custodia o no. “Debido a su mala salud, no puede darse a la fuga”, afirmó el abogado Altit ante los jueces el día 30 de octubre, “¿a dónde iba a huir y cómo? Pensemos esto”.
El ex presidente, de 67 años, fue transferido al tribunal de La Haya, en noviembre de 2011. Es el primer ex presidente en sentarse ante el tribunal de La Haya.
Gbagbo se enfrenta a cuatro cargos de crímenes contra la humanidad, que incluyen asesinato, persecución, violación y otras formas de violencia sexual, derivados de la violencia post electoral, en noviembre de 2010 en Costa de Marfil. Ambos candidatos afirmaron haber ganado las elecciones, pero finalmente, una intervención externa apoyó al candidato de la oposición, Alasanne Ouattara, y acusó a Gbagbo de haber perdido y no querer abandonar el poder, a lo que fue obligado por la fuerza.
La sentencia de julio decía que había riesgo de que Gbagbo huyera por avión, dada la gravedad de los cargos contra él, y la potencialmente larga pena de prisión a la que se efrenta.
Gbagbo también “parecía tener motivaciones políticas, así como los contactos políticos y fondos necesarios para la fuga”, afirmaba la sentencia, entre informes sobre que sus seguidores en el África occidental se estaban reorganizando.
Sus seguidores han negado las acusaciones.
El antes gobernante con puño de hierro, se negó a salir del poder, para dejar paso a su eterno rival Alassane Ouattara, que ahora es presidente, desencadenando una violenta crisis en el país.
Unas 3.000 personas murieron en los cinco meses siguientes de inestabilidad, antes de que Gbagbo fuera arrestado en abril de 2011, por las fuerzas leales a Ouattara, con la ayuda militar de Francia y la ONU.
La fiscalía dice que Gbagbo sigue teniendo una red de seguidores que quieren que vuelva al poder en Costa de Marfil si es puesto en libertad.
Se ha aplazado una audiencia de confirmación, pendiente de una revisión médica de Gbagbo.
(IOL, 31-10-12)