Nueve personas condenadas por el Tribunal Internacional de la ONU encargado de juzgar a los sospechosos de ser cabecillas en el genocidio de Ruanda de 1994, han sido trasferidos a Benín.
Esta trasferencia de nueve personas para que cumplan sus sentencias de crímenes contra la humanidad y genocidio se realizó el pasado día 27 de junio, según Roland Amoussouga, portavoz del Tribunal Internacional para Ruanda, ICTR.
Entro los trasferidos al pequeño país del África Occidental están el ex ministro de Finanzas de Ruanda, Emmanuel Ndinfabahizi y el sacerdote católico romano, padre Athanase Seromba.
El ICTR, con sede en Arusha, al norte de Tanzania, está trasfiriendo gradualmente a los condenados desde sus celdas a otros países bajo acuerdos con las Naciones Unidas, mientras que el Tribunal, poco a poco, finaliza sus tareas.
Otro país del África Occidental, Mali, ya tiene a 15 convictos, entre los que se encuentra el ex primer ministro Jean Kambanda, que dirigió el gobierno interino durante el genocidio y ha sido sentenciado a cadena perpetua.
La ONU estableció este tribunal especial a finales del mismo año del genocidio, 1994, para que juzgase a los principales responsables del genocidio.
El artículo 26 del estatuto del tribunal estipula que las sentencias se cumplirán en Ruanda o en cualquier otro estado designado por el ICTR, de entre una lista de naciones que han hecho saber al Consejo de Seguridad de la ONU que están dispuestos a albergar a los convictos.
El gobierno de Ruanda argumenta que bajo este estatuto, el primer destino para los convictos debe ser Ruanda, y que se ha construido una prisión en el sur del país, que cumple los requisitos de la ONU, para tal fin. Pero, por el momento ningún condenado por el ICTR ha sido enviado a Ruanda.
Aparte de Mali, Benín y Ruanda, otros cuatro países han firmado acuerdos con la ONU para acoger a los convictos: Francia, Italia, Suiza y Suecia.
(News24, 02-07-09)