El líder rebelde Laurent Nkunda denunció el sábado la próxima llegada de 3.000 nuevos cascos azules al este de la República Democrática del Congo (RDC). Pidió a la población que se encargue de su propia seguridad y que conviva pacíficamente entre distintas etnias.
“Mandan 3.000 Cascos Azules más y ustedes aplauden. Se están equivocando”, manifestó M. Nkunda durante una gran “reunión popular” organizada por la rebelión en Rutshuru, a 80 km al norte de Goma, capital de la provincia de Kivu Norte.
“Decimos que no vamos a aceptar que vengan personas de fuera a velar por nuestra seguridad”, declaró ante cerca de 1.500 personas que se reunieron en el estadio de Rutshuru.
“¿Quién vendrá a proteger a cada uno a su casa? ¿La MONUC (Misión de las Naciones Unidas en República Democrática del Congo)? Debemos unirnos y velar por nuestra propia seguridad”, afirmó el líder rebelde.
“O nos ayudan a hacer la revolución, o bien se callan con la MONUC (…). Pero si esperan que la MONUC traiga la paz, tendrán que esperar sentados”, prosiguió.
El jueves, el Consejo de Seguridad de la ONU decidió enviar 3.000 Cascos Azules adicionales para reforzar los efectivos de la MONUC, que actualmente cuenta con alrededor de 17.000 hombres.
Cerca de 5.000 están desplegados en Kivu Norte donde, a finales de agosto, se reanudaron los combates a gran escala entre los rebeldes y el ejército congoleño.
“Ustedes cada día piden algo nuevo. ¿Hasta cuando van a seguir mendigando?”, recriminó el líder rebelde, que se exprimía en swahili con un tono dramático, recalcando su declaración con gestos exagerados y reforzando su discurso con referencias bíblicas.
“Es en su territorio (en Rutshuru) donde están los FDLR (rebeldes rwandeses hutus) y los Mai-Mai (milicias progubernamentales). Llamo a los congoleños a ponerse en pie y a luchar con fuerza y sin miedo. Yo no tengo miedo”.
“Aquí hay personas que se han preparado para combatir contra Nkunda”, denunció el ex general. Sin embargo “no les dicen que su gobierno no paga a los profesores, ni que para curarse es necesaria la presencia de MSF (Médicos sin fronteras), ni que hay organizaciones humanitarias para hacerse cargo de sus hijos”, acusó Nkunda.
El líder del Congreso Nacional para la Defensa del Pueblo (CNDP) también denunció la “mala gestión” y la corrupción del gobierno congoleño: “Estas personas del gobierno han sido líderes incompetentes desde que se marcharon los colonizadores belgas”.
“Quiero que el próximo lunes los colegios y las tiendas abran de nuevo y que la vida vuelva a la normalidad”, continuó, aprobando a mano alzada la nueva administración instalada por el CNDP en Rutshuru.
El líder rebelde exhortó a las diferentes tribus que habitan el territorio de Rutshuru, y de todo Kivu Norte en general, a “convivir” pacíficamente.
Dirigiéndose a las etnias nande, hunde y nyanga, aseguró: “Este es su hogar, nadie les va a molestar”. Llamó a los banyarwanda (poblaciones hutus y tutsis congoleñas de habla kinyarwanda) “a luchar contra el odio y a tender la mano”.
La rivalidad entre los banyarwanda y los otros grupos étnicos de Kivu Norte, surgida especialmente por el control de las tierras, es una de las dinámicas principales del conflicto de la provincia.
“Solo hay una solución, debemos convivir todos juntos, aquí hay suficiente espacio para los extranjeros”, afirmó Nkunda, quien a su vez es tutsi y de Ratshuru.
“La gente cree que somos un pequeño movimiento. Yo puedo asegurarles que un gran incendio comienza por una cerilla”, añadió a modo de conclusión.
(Kivu AFP, Rutshuru, Congo R D, 22-11-08)
Traducción de María Castillo García Andrade, alumna de la Universidad Pontificia Comillas de Madrid Traducción /Interpretación, colaboradora en la traducción de algunos artículos.