Ya debilitada por la devaluación de la naira y la importante caída de los precios del petróleo, Nigeria todavía tiene que afrontar el aumento de los ataques contra sus instalaciones energéticas en el delta del Níger.
La compañía Nigerian National Petroleum Corporation (NNPC) ha denunciado en un comunicado la destrucción de las infraestructuras energéticas del país. Según los responsables de la empresa nacional que controla la explotación de petróleo en Nigeria, «si la situación actual se mantiene sin control podría llevar a la parálisis de la empresa y del sector doméstico del petróleo y de gas, el pilar de la economía nigeriana». Hay que recordar que cerca de un 70% de los ingresos del Estado de Nigeria provienen de la venta de petróleo crudo.
Los ataques en cuestión fueron cometidos por grupos que reclaman una mejor distribución de la riqueza petrolera. A pesar de los intentos del gobierno para resolver esta controversia por medios pacíficos abriendo el diálogo con los Vengadores, la principal organización de «descontentos» en el delta del Níger, los ataques continúan.
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