El gobierno sudanés implementó abruptamente el día 22 de septiembre algunas medidas de austeridad que había anunciado previamente, subiendo el precio del galón de gasolina a 21 libras sudanesas, (4.65 dólares) y el diesel a 14 libras sudanesas (3.17 dólares).
Algunas fuentes declararon a Radio Dabanga que Jartum se ha convertido casi en un cuartel militar, debido a las estrictas medidas de seguridad impuestas en anticipación de la ira que se desataría en las calles por las medidas de austeridad. Sin embargo, el día 22 de septiembre se produjeron manifestaciones, en el mercado El Arabi y en la universidad de Nilein, en el centro de Jartum, también en el barrio de El Deim, y en Wad Madani, la capital del estado de Gezira. Al mismo tiempo fueron arrestados activistas y líderes de partidos políticos de la oposición.
El gobierno también ha anunciado un aumento sustancial de los precios de una serie de artículos básicos, que han llevado a la “sincronización” de la tasa de la libra sudanesa en el mercado paralelo, como se llama al mercado negro en los medios sudaneses.
En Wad Madani, el domingo 22 de septiembre, decenas de miles de ciudadanos y estudiantes salieron a las calles a protestar contra la subida de los precios y a demandar la caída del régimen que ha llevado al cierre de tiendas y del transporte público. Tres gasolineras y una sucursal del banco franco-sudanés ardieron en llamas, al igual que una unidad de la administración del gobierno en otro barrio. La policía reaccionó disparando balas de goma y haciendo un uso desmedido de gas lacrimógeno. Docenas de manifestantes fueron arrestados.
Una de las manifestantes en Wad Madani declaró a radio Dabanga que el uso desmedido de gas lacrimógeno causó heridos entre la gente, que tuvo que ir al hospital. La misma mujer declaró que los manifestantes llevaban pancartas con lemas como “El pueblo sudanés demanda la caída del régimen” o “eh, policía ¿cuánto ganas?”.
Las autoridades en Wad Madany anunciaron que los servicios de seguridad y la policía, el día 23 de septiembre, lograron contener los “limitados disturbios”. Según la agencia oficial de noticias, SUNA, el gobierno acusó a “un grupo de saboteadores” de haber atraído a “un grupo de vagabundos” para abrirse camino a empujones hacia la estación central de autobuses de la capital. La SUNA informó que estos [los dos grupos juntos] causaron destrozos en una gasolinera e intentaron destrozar una emisora de televisión de Gezira, y una serie de oficinas del gobierno, pero que la situación había estado rápidamente bajo control y la paz había vuelta a la ciudad.
En Jartum, la capital de Sudán, donde hubo protestas en tres puntos diferentes, la policía usó gas lacrimógeno y palos para dispersar a la multitud. Una serie de activistas del grupo sudanés Girifna fueron arrestados en la parte norte de la capital. Un activista informó a Radio Dabanga que “ruidosas manifestaciones” que partían desde el popular barrio de El Deim, encabezadas por mujeres que gritaban “abajo con el régimen”, fueron rodeadas por hombres de los servicios de seguridad, después de que se cerrase el paso en una calle. Los testigos aseguran a Radio Dabanga que varias mujeres fueron arrestadas.
En la universidad de Nilein, en Jartum, los estudiantes iban a manifestarse pero enseguida fueron rodeados por las fuerzas de la policía. Los estudiantes entonces intentaron reiniciar su protesta en otro lugar, pero también se vieron fuertemente rodeados por la policía.
El gobierno, bajo la presidencia de Omar Al Bashir, aprobó el día 23 de septiembre la retirada del subsidio al combustible, y el subsecuente ajuste de la tasa de la libra sudanesa: 5.70 libras sudanesas por dólar, entre otras medidas de austeridad.
(Radio Dabanga, Sudán, 23-09-13)
