El presidente de Zimbabue, Robert Mugabe, ha lanzado la unión de aduanas del mayor bloque económico de África, COMESA (Mercado Común del Sur y el Este de África), al inicio de la cumbre de la institución, el domingo día 7 de junio, con la esperanza de reforzar los lazos económicos en el continente más pobre del mundo.
Pero Zimbabue, duramente afectado durante años por la hiperinflación y la contracción económica, que ha estado aislado durante años, no parece que vaya a beneficiarse inmediatamente de la unión de aduanas.
El país que un día fuera la despensa regional y un modelo económico para al continente, Zimbabue tiene ahora a más de la mitad de sus 12 millones de habitantes, sobreviviendo gracias a las ayudas alimentarias de las organizaciones humanitarias.
“Nuestro mensaje a los inversores de todo el mundo y a los de nuestra región es claro: tenemos un mercado regional para ustedes”, aseguró Mugabe en un discurso.
Bajo la unión, los 19 países miembros del Mercado Común para el Este y Sur de África, que va desde Suazilandia en el sur a Egipto en el norte, impondrán las mismas tarifas para los productos extranjeros, de fuera de la región.
Los miembros tendrán hasta 3 años para implementar las nuevas tarifas. El comercio en la región ascendió a 15.200 millones de dólares americanos, en 2008.
El nuevo gobierno de unidad del presidente Mugabe y el primer ministro, Morgan Tsvangirai, está luchando para recaudar fondos para poner en marcha su programa de recuperación, que según sus cálculos necesitará 8.300 millones de dólares. Hasta el momento, la administración ha logrado reunir más de 1.000 millones en líneas de crédito para el sector privado, de las instituciones africanas, incluida COMESA.
El hecho de albergar esta cumbre, podría ayudar a impulsar la imagen de Mugabe, a quien los críticos acusan de abusos de los derechos humanos y de políticas temerarias, que han hecho que se desplome la economía de Zimbabue.
Pero los donantes occidentales han dicho al nuevo gobierno que no darán ayudas hasta que no se implante reformas económicas, políticas y sociales.
Tsvangirai está de viaje por Europa, y se espera que visite los Estados Unidos esta semana, donde se espera que pida ayuda financiera.
Cuando se inauguró la cumbre de dos días de duración, el día 7 de junio, Mugabe pidió a los países africanos que acabasen con los conflictos para impulsar el desarrollo en el continente. Añadió que los países miembros deben poner dinero en el Fondo de Comesa, para ayudar a cortar la dependencia de la ayuda extranjera.
A la cumbre asistían siete jefes de estado y de gobierno.
Al tomar el relevo a la cabeza de COMESA, Mugabe declaró que África debe aumentar su capacidad industrial explotando sus recursos minerales, su rico suelo y sus aptitudes humanas.
Sin mencionar ningún país por su nombre, también declaró que África debe combatir los conflictos para liberar su potencial. “Los conflictos son un grave cáncer en nuestra región”, afirmó.
Mientras que África ha hecho algún progreso económico, según Mugabe, se está quedando retrasado con respecto a otros continentes en el desarrollo de la red de transportes, educación, sanidad y facilidades para la vivienda.
El presidente de Uganda, Yoweri Museveni, por su parte declaró que “el mundo está en recesión y nosotros necesitamos encontrar la manera de sobrevivir”.
A la cumbre también ha asistido el presidente sudanés, Omar Al Bashir. El Tribunal Penal Internacional emitió una orden de arresto internacional contra él por supuestos crímenes de guerra en Darfur.
También estaba presente el presidente depuesto de Madagascar, Marc Ravalomanana, que perdió el poder tras una revuelta popular, apoyada por el ejército y dirigida por el principal candidato de la oposición. Ravalomanana intentó pedir ayuda a COMESA, para que le ayuden a volver al poder.
(Daily Nation, Kenia, 08-06-09)