Una voz de lucha se apagó ayer con la muerte del connotado líder garífuna, Céleo Álvarez Casildo (57), quien desde hace diez meses enfrentaba un cáncer de lengua, desafortunadamente perdió esta última batalla.

Casildo, quien nació el 9 de marzo de 1959, en la comunidad de Plaplaya, de Gracias a Dios, este martes estaría celebrando los 219 años de presencia garífuna, en Honduras, denominada el “Mes de la Herencia Africana”.

El líder garífuna se inició en las luchas populares en los años de 1980, siendo un zapatero en La Ceiba, Atlántida, después trabajó en el sistema sanitario público, hasta convertirse en el presidente del Sindicato de Trabajadores de la Medicina, Hospitales y Similares (Sitramedhys) y se trasladó a Tegucigalpa, donde se graduó de licenciado en Economía Agrícola y siempre siguió como luchador de las clases sociales.

Desde hace cuatro días, había sido hospitalizado en el Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS), en el barrio La Granja, de Comayagüela, donde a eso de las 11:00 de la mañana expiró en Medicina Interna.

Hasta ese lugar llegaron parientes, amigos y compañeros de lucha, luego de conocer su deceso.

El líder étnico, en la actualidad, era el presidente de su Organización de Desarrollo Étnico Comunitario (Odeco), con la que logró viarias conquistas nacionales e internacionales.

Su hijo Céleo Antonio, muy contenido, manifestó que su padre no ha muerto, porque deja un legado de lucha que jamás se va a borrar, es una herencia que le deja a su seres queridos y a la comunidad garífuna hondureña en general.

“Tuvo una trayectoria brillante que lo enalteció en cuanto a su humildad, la lucha sin cesar con el deseo de ayudar a su prójimo, sin esperar nada a cambio, “describió que su legado será encarnado en sus ocho hijos, todos profesionales, que aprendieron mucho de su padre”.

Añadió que el líder garífuna, desde joven, comenzó a incursionar en las luchas sociales, pues desde que tenía 19 años de edad se incorporó al sindicalismo, al tiempo que fue presidente del Sitramedhys.

“Mi padre luchó por la defensa de los garífunas y de los trabajadores y eso no ha sido en vano, porque se queda con nosotros los hijos y los demás hijos putativos, que lo acompañaron en su lucha social”.

La frase del insigne garífuna en sus momentos de lucha hasta sus últimos días fue y será “buscamos voces que acallen el silencio”, dijo el joven, quien además contó que su progenitor era un fiel amigo del expresidente africano, Nelson Mandela, con quien participaba en varias cumbres mundiales.

De su lado, su hija menor Ana, manifestó que su padre nunca estuvo solo, pues en su enfermedad recibió la solidaridad de muchas personas, que incluso eso lo impulsó para viajar a Cuba, a recibir tratamiento médico.

“Nosotros le damos gracias a Dios que nos prestó un padre ejemplar, porque en medio de cualquier circunstancia estuvo con nosotros y nunca nos dejó de la mano y es por eso que nosotros como hijos le honramos”, expresó.

Así indicó que hay tantas cosas ejemplares que no las olvidarán y es por eso que erigirán su legado, porque además de ser un defensor de los derechos de las demás personas, también, era un hombre que le gustaba cantar con sus hijos.

De igual manera, les contaba cómo fue su vida de dirigente social, pues hubo momentos que fue perseguido por su forma de pensar y de defender a los demás, sin embargo, ese emprendimiento fue que lo hizo ser un hombre beligerante en el concierto nacional e internacional de luchadores.

Ana indicó que después de velar a su padre en la funeraria Espíritu Santo, de Tegucigalpa, su féretro será trasladado a La Ceiba y estará siendo sepultado este miércoles, luego que llegue uno de sus hijos que vive en Estados Unidos.

El líder hondureño participó en diversas cumbres mundiales.

Nelly Martínez (exjueza y miembro garífuna): “Él fue uno de los garífunas que defendió y puso en alto en nombre de los pueblos afrodescendientes y hemos perdido un hombre muy valioso, pero nos queda su legado de lucha y defensa para nuestros pueblos”.
Luis Green (exministro de Sedinafroh): “Lo vamos a recordar como el mejor líder que la comunidad garífuna ha tenido, y precisamente fue él quien a través de un decreto logró la Secretaría de Pueblos Indígenas y Afrohondureños”.

Una labor muy activa

– Presidente de la Organización Negra Centroamericana (Oneca)

– Presidente del Comité Consultivo de la Integración Centroamericano (Cecesica)

– Fue nominado al Premio Nobel de la Paz en 2011

– Representante de la Cumbre Mundial de Afrodescendientes

– Presidente de la Organización Fraternal Negra Hondureña (Ofraneh)

– Obtuvo un doctorado en Chile

– Presidente Organización de Desarrollo Étnico Comunitario (Odeco)

– Presidente del Sindicato de Trabajadores de la Medicina, Hospitales y Similares (Sitramedhys)

– Fundador de la Escuela Líderes Afrodescendientes.

La Tribuna

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