La Organización no Gubernamental (ONG) Médicos Sin Fronteras (MSF), alertó hoy a Kenia del peligro que representa cerrar en 90 días el campamento de Dabaad.
De acuerdo al jefe de la misión de MSF en este país, Charles Gaudry, se trata de una medida drástica que para su buen desarrollo deberá llevar aparejada una impecable coordinación internacional, y recaba de una logística imposible de establecer en tres meses.
Trasladar y crear condiciones habitacionales mínimas para unas 350 mil personas de diferentes edades, puede privar a generaciones de refugiados de opciones de futuro, según el funcionario.
La situación actual en Somalia no permite el retorno seguro y digno de los refugiados a su país, advirtió Gaudry.
Como alternativa, MSF solicitó al gobierno keniano y a la comunidad internacional, que aumenten la ayuda y la seguridad para las personas amparadas por la oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados, (ACNUR).
Esa organización de la ONU creó en 1991, nueve meses después de la caída del mandatario somalí Siad Barre, tres campamentos para desplazados -Ifo, Dagahaley y Hagadera-, en la provincia de Dadaab.
El vicepresidente William Ruto anunció hace una semana que su país estudiaba el cierre en tres meses, del aludido campo de refugiados, porque allí la organización terrorista Al Shabad organizaba ataques contra Kenya.
A inicios de este mes milicias esa organización atacaron a unos 100 kilómetros de ese campamento, a la Universidad keniana de Garissa, y mataron a 152 personas, la mayoría estudiantes.
Prensa Latina (Fundación Sur)