Una nueva señal de la creciente intolerancia de las autoridades hacia las organizaciones no gubernamentales extranjeras es como fuentes de la MISNA definieron la noticia que circuló en la prensa de Juba sobre las restricciones a la utilización de personal que no sea sursudanés impuestas a las ONG.
La medida, que habría sido notificada a través de una circular, también fue noticia en algunos periódicos estaciones de radio durante la semana. Según estas versiones, las ONG que trabajan en el país estarían obligadas a notificar a las autoridades los nombres de sus trabajadores extranjeros y reemplazarlos “antes del 15 de octubre” con “sursudaneses calificados”.
Según las fuentes de la MISNA, el foro que reúne a las ONG activas en Sudán del Sur “está verificando la autenticidad y alcance del documento”. De todos modos, dijeron las fuentes, la noticia en sí es una manifestación de la intolerancia del gobierno, que fue aumentando progresivamente tras el estallido del conflicto armado con los rebeldes en diciembre del año pasado. “Hace unos meses, a los trabajadores de las ONG se les había prohibido el uso de banderas para los viajes en automóvil, a pesar de la preocupación general por la seguridad” recordaron las fuentes.
La medida había sido notificada en medio del conflicto entre las fuerzas leales al presidente Salva Kiir y los rebeldes vinculados al ex vicepresidente Riek Machar. Un conflicto todavía está en curso y que desde el comienzo estuvo acompañado de tensiones entre el gobierno y la Misión de la ONU en Sudán del Sur (UNMISS), acusada de proteger a los rebeldes en las bases de las fuerza de paz,
Fuente MISNA Fundación Sur