Falsos médicos sin escrúpulos, falta de dinero, malas informaciones…son las causas del aumento de los centros de salud que han hecho fortuna y que pululan por el Chad. Los barrios abandonados por la administración están en manos de los gabinetes médicos clandestinos que violan las normas de la salud.

Conocemos a los médicos tradicionales que ejercen por milagro divino y los conocimientos adquiridos por les antepasados. Como si ya las atrocidades causadas por los falsos medicamentos en las calles no fuera bastante, se trata de la medicina “mentirosa” de lo que se practica en el Chad. “Centro de Salud del Buen Placer” “Centro internacional” “Centro de Salud asegurada”, estos nombres ingeniosos son los que rivalizan con la verdadera medicina en el Chad.
Estos gabinetes se alojan en quioscos, estudios, hangares o simples barracas en toda N´Djamena, la capital del Chad y acogen numerosos pacientes que están perdidos sin conocimientos y sobre todo sin dinero.

Los centros médicos en los campos de guerra

Según la encuesta hecha por los organismos sanitarios, citados por la prensa local, la mayor parte están sujetos a normas sanitarias execrables. No hay puertas y con tabiques expuestos al hundimiento. El interior esta generalmente desprovisto de todo material médico. Se puede encontrar justo “una mesa vieja o una especie de estantería conteniendo algunos medicamentos genéricos”. Sin protección alguna, ni contra el calor, ni el polvo y las moscas volantes. Una cama vieja digna de los campos de guerra o un colchón sobre el mismo suelo para acoger a los enfermos. Tal vez se encuentran dos o tres agentes de la salud de los que no podemos medir su capacidad de conocimientos. Y sin embargo las consultas llenan la fila y les cuidados con ellos. Se puede incluso quedarse hospitalizado en esas cavernas. “Yo no hago hospitalización, retengo a los enfermos justo hasta terminar el suero y después los dejo marchar”. Ha testimoniado con orgullo Alber Ngaba que tiene un consultorio en Gassi, en la periferia al sur de N´ Djamena.

Falta de medios

Es uno de los problemas de la salud en África; los precios desorbitantes. Para tener una visita médica que sea digna de su nombre, es necesario aceptar el precio unido a ella. Los pacientes a menudo son pobres, y por falta de ayuda alguna de la parte del gobierno se vuelven hacia estas formaciones médicas a sus riesgos y peligros. A veces, es necesario andar kilómetros para tener acceso a un centro hospitalario. La proximidad de estos centros que hacen fortuna queda para la población como la señal de un faro. “Si uno de mis hijos se pone enfermo con malaria, por ejemplo, me hacen falta unos 2000 F CFA (4 dólares) para tratarlo. Y sin embargo por la misma suma no se puede tener acceso a una consulta en un centro grande ni público ni privado” ha comentado Charles Balyam , un trabajador que está habituado a utilizar los centros clandestinos.

Las penalizaciones del Gobierno

La llama de estos centros médicos poco fiables no hace más que dividir a la población chadiana. El Dr. Djoudoungeougou Djounfoune, presidente nacional de la Orden de médicos del Chad esta consternado. El siente mucho la hospitalización de ciertos pacientes en esos lugares. Como consecuencia, todos los gabinetes médicos que ejerzan tales condiciones, sin autorización de funcionar, serán desalojados, “incluidos los de los charlatanes” ha prometido el Dr. Mbodou Choukou, inspector general inspector general de la Salud Publica,
Se ha preparado a nuevos inspectores para lanzarse a la batalla. “Dentro de dos semanas, nos moveremos sobre el terreno para realizar una inspección general. La prensa será informada de la circunstancia”
Por lo que la guerra contra esos centros que no están conformes a las normas sanitarias está abierta.

AEFJN antena

Traducido y editado para Fundación Sur