La magia se produce cuando escuchas Marrabenta, la música nacional de Mozambique, una enérgica mezcla de ritmos de danza locales y música tradicional portuguesa. La palabra misma se deriva de la portuguesa verbrebentar, que significa «romper».
Algunos dicen que este nombre viene por los instrumentos utilizados para reproducir esta música, originalmente guitarras de hojalata y cajas de madera con cuerdas. Debido a la frágil naturaleza de su construcción, eran muy propensos a romperse.
Otros sugieren que el nombre describe el estilo del baile: alegre, movido, un ritmo al que había que acercarse con la actitud de “bailar hasta romperse”.
Pero de acuerdo con Dilon Djindji, de 85 años y una leyenda de la Marrabenta, cuya carrera se remonta a 1938, fue su propio talento para el espectáculo el que dio lugar a esta expresión: tal era su intensidad en el escenario.
Sea cual sea la verdad, Marrabenta tiene un significado, en Mozambique, que va mucho más allá de las palabras.
Mozambique fue colonia portuguesa hasta 1975, cuando obtuvo su independencia después de una década de guerra. Durante el período colonial, el régimen extendió su influencia a las artes y la cultura, exigiendo que sólo se tocara y bailara la música portuguesa. Por lo tanto, la música se convirtió en un medio de auto-expresión y de conservación de identidad para muchos mozambiqueños.
La Marrabenta nació a finales de 1930 y aparte de los temas clásicos como el amor y la vida cotidiana, también tocaba temas de crítica social y comentarios sobre grandes acontecimientos.
Las letras son a menudo en portugués que sigue siendo la lengua oficial en Mozambique, pero también en idiomas locales tales como shangaan y ronga. Su música fusiona influencias europeas y estilos locales, de Mozambique, así como de países vecinos.
Los creadores de la Marrabenta eran hombres y mujeres mozambiqueños, que tocaban la guitarra y cantaba en las reuniones.
Pero lo que realmente define el género no es el ritmo, la guitarra, o la lengua: «lo que define la Marrabenta es el baile», cuenta Dilon Djindji, «la danza tiene sus propios pasos. Tiene su propio estilo. También hay un modo específico para reproducir la música. El canto debe coincidir con la danza y la melodía. Esto es lo que demuestra que es Marrabenta».
La súper estrella indiscutible de la marrabenta de esta generación es Neyma, conocida como «la Beyoncé de Mozambique». Queremos que nuestra música sea conocida en todos los rincones del mundo
La Marrabenta es bien conocida fuera de las fronteras de Mozambique, pero para algunos artistas todavía hay mucho que hacer antes de que pueda ganar prestigio internacional.
«No queremos que nuestra música se quede solamente en Mozambique. «Queremos que nuestra música sea conocida en todos los rincones del mundo. «Estamos luchando para que sea conocida. Pero nos damos cuenta de que necesitamos una industria discográfica, buenos promotores”.
Un nuevo sonido
La Marrabenta podría representar la tradición de la música de Mozambique, pero también está influyendo fuertemente en su futuro. Un nuevo estilo, muy popular entre las generaciones más jóvenes, es una mezcla de Marrabenta y Ragga: el Pandza, una fusión entre marrabenta, hip.hop y algunos ritmos de nuestra vecina Sudáfrica. El estilo Pandza es nuestro y sólo nuestro. Y, sin embargo, esto no quiere decir que la Marrabenta pronto sea una cosa del pasado. Está todavía aquí. Profundamente anclada en la identidad de los mozambiqueños.
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Fundación Sur