Una “marcha blanca” reunió el sábado a un millar de partidarios del líder de la oposición, Jean Ping, en Libreville, en homenaje a las víctimas de la violencia posterior a las elecciones, que sacudió a Gabón después de la elección presidencial del 27 de agosto.
Vestidos de blanco, hombres y mujeres se reunieron el sábado por la tarde en los cuarteles generales de Ping, donde un pastor evangélico ofició un servicio religioso en una atmósfera de recogimiento.
Jean Ping, el principal rival del actual presidente Ali Bongo, encendió una vela en un pequeño altar, construido en homenaje a «luchadores por la libertad que murieron por la patria» y rodeado de coronas de flores.
El oponente, camisa blanca y pantalones blancos, estuvo acompañado por otros ex jefes del poder afines a la oposición y que apoyaron su candidatura, entre ellos el ex presidente de la Asamblea Nacional Guy Nzouba Ndama y el ex primer ministro Casimir Oyé Mba.
Los manifestantes metieron las manos en botes de pintura blanca y marcharon unos pocos cientos de metros a lo largo de la carretera de la capital, levantando las manos en «signo de la paz» y cantando canciones religiosas.
«Nuestras intenciones no son malas, es un homenaje a toda la sangre derramada en nombre de la liberación de nuestro país», declararon.
El Sr. Ping, que se autoproclamó «presidente electo», se presentó el viernes ante el Tribunal Constitucional para impugnar los resultados oficiales y provisionales de las elecciones presidenciales que dan la victoria a Ali Bongo con muy poca diferencia (unos 5.000 votos).
«Esperamos con impaciencia los resultados de la Corte Constitucional, porque sabemos que hemos ganamos, el pueblo de Gabón ha ganado”.
Un alto funcionario de la ONU declaró el sábado que el uso de la más alta corte del país es «un avance importante para superar la crisis» política en Gabón. «El proceso constitucional debe ser creíble y debe ser reconocido por todos como creíble con el fin de ser eficaz,» dijo el Secretario Adjunto de las Naciones Unidas para Asuntos Políticos, Jeffrey Feltman.
A pesar de anteriores crisis postelectorales, este pequeño país petrolero francófono de África central con menos de 2 millones de habitantes, está poco habituado a la violencia.
Tras la proclamación el 31 de agosto de los resultados, muy controvertidos, de la elección presidencial, se produjeron violentos disturbios y saqueos masivos en el país.
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