Algunos refugiados ruandeses que viven en los campos de Nakivale y Nshungerezi, en Uganda, están huyendo de los campos para evitar ser repatriados a su país.
Los refugiados han estado viviendo en Uganda desde el genocidio de 1994.
Los acontecimientos se producen después del reciente anuncio tripartito hecho por los gobiernos de Uganda, Ruanda y la Oficina de las Naciones Unidas para los Refugiados, UNHCR, organismo que se encargó de su asentamiento en Nakivale, de que no hay razón para que sigan estando en Uganda, cuando ya hay estabilidad en Ruanda.
Pero tras escuchar las noticias sobre la repatriación, supuestamente, los refugiados empezaron a desaparecer de los campos, escapándose a otros distritos.
El ministro de Gobierno Local de Uganda, Protais Musoni, confirmó esta información. “Hemos escuchado afirmaciones sobre los refugiados, que están desapareciendo de los campos a lugares desconocidos. Algunos se dirigen corriendo hacia el distrito de Kasase, en el oeste de Uganda, y muchos se identifican como congoleños”.
“Pero también estamos recibiendo llamadas de aquellos que desean volver a su país voluntariamente”, añade el ministro.
Las autoridades de Kampala han arrestado a algunos refugiados, que intentaban escapar. Kampala asegura que está investigando el asunto y que se intenta explicar a los refugiados por qué es importante que regresen a su país natal, porque es un país estable.
Algunos de los refugiados incluso intentan escaparse a la vecina Tanzania. Las autoridades lamentan que los refugiados que huyen están desalentando a los que sí quieren volver a su país, para que no lo hagan.
Los gobiernos de Ruanda y Uganda acordaron repatriar a todos los refugiados que viven en Uganda, antes del 30 de julio de 2009.
El New Times, al cierre de la edición del día 12 de mayo, no había podido confirmar todavía si eran ciertas las afirmaciones sobre algunos oficiales locales ugandeses, que están ayudando a escapar a los refugiados.
(The New Times, Uganda, 12-05-09)