El papel de Namibia en la llamada división internacional del trabajo sigue siendo la de suministrador de materias primas para las industrias de otros, critica el miembro del Parlamento, por el Congreso de Demócratas, CoD, Ben Ulenga.
Durante las discusiones del presupuesto nacional en el parlamento de Namibia, la semana pasada, el parlamentario Ulenga dijo que los capitalistas internacionales todavía controlan los recursos naturales de Namibia, tal y como lleva ocurriendo 100 años. “Y lo que es peor, cada día, más y más parte de nuestros recursos naturales, pasan a manos de capitalistas extranjeros”, aseguró Ulenga, añadiendo que los representantes electos deberían “dejar de confabular y ser cómplices de esta explotación y esta violación de la riqueza de nuestra nación”.
Ulenga dijo que el país sigue fomentando la misma relación neocolonial con los países imperialistas y las corporaciones transnacionales.
El parlamentario dijo que Areva, el gigante europeo [francés] de la energía nuclear, debería compartir su experiencia con Namibia, para entrar en el mundo del procesamiento del uranio, argumentando que, a pesar del desastre nuclear japonés, todavía hay un futuro brillante para la energía nuclear.
Ulenga tampoco se mostró de acuerdo con Namdeb, de la que dijo que no era un socio al 50 %, con el gobierno, como se pretendía en un primer momento, alegando que todos los servicios de apoyo están desempeñados por De Beers y todas las subcontratas van a De Beers y Anglo American. “Namdeb es la mayor de las vergüenzas que se puedan imaginar”, criticó, y aseguró que la Corporación de Desarrollo de Namibia, NDC, ahora probablemente esté en el “cementerio de la corrupción”.
Ulenga propuso el establecimiento de un órgano del estado para ocuparse de los recursos naturales del país, y que debería estar en el centro del desarrollo industrial, en nombre del pueblo de Namibia.
Ulenga continuó criticando la política de reforma agraria del gobierno, que según él ha fracasado a la hora de repartir la tierra bajo el principio de “dispuesto a vender y dispuesto a comprar”. Agregando que ya es hora de “cambiar de marcha” y cambiar el sistema de cultivos de las tierras para que se beneficie la gente trabajadora.
El problema de la tierra, continuó, está ligado a la clasificación dual de Tierra comunal y tierra comercial, y al mantenimiento de la línea roja* o la delimitación tierras o áreas veterinarias en el país. “Seguimos viviendo encasillados entre nuestro país de origen y los Bantustán**, sólo hemos desarrollado eufemismos efectivos para esto: área comunal y área comercial”, señaló.
CATHERINE SASMAN
(The Namibian, 05-04-11)
* La Línea roja (Red Line) es una división que separa la Namibia del norte de las partes sur y central del país. Fue establecida en los años 60 para controlar los brotes de la “aftosa” en el norte [granjeros negros], que no se expandieran a las del sur [granjeros blancos]. Los granjeros del norte no pueden exportar su carne, los del sur, sí.
** Los bantustán, son las “reservas tribales de no blancos” que había en Suráfrica y la África del Suroeste (hoy Namibia) en la época del apartheid.