Cientos de partidarios de Laurent Gbagbo, se han dado cita en la Corte Penal Internacional de La Haya esta mañana jueves a la espera de la llegada del ex presidente de Costa de Marfil a su juicio por fomentar una guerra civil que mató a 3.000 personas.
La guerra comenzó después de que él se negara a aceptar la pérdida de una reelección en 2010, pero Gbagbo sigue siendo una figura muy influyente en el país y su juicio en La Haya podría reavivar la tensión en el mayor productor de cacao del mundo.
Gbagbo, quien finalmente fue sucedido por su rival Alessane Ouattara después de que Francia interviniera para poner fin a una guerra de cuatro meses, se enfrenta a cuatro cargos de crímenes contra la humanidad y crímenes de guerra junto a Charles Ble Goude.
Los partidarios de Gbagbo afirman que está siendo castigado por enfrentarse a la antigua potencia colonial.
«Queremos que sea liberado», gritó Michele, una ciudadana de Costa de Marfil vive en París y que había viajado los 500 km desde la capital francesa para asistir a la apertura del juicio. «Esto es neo-colonialismo. Francia intervino para derrocar a Gbagbo e instalar un jefe rebelde», declaró, refiriéndose a Ouattara, al que muchos de los partidarios de Gbagbo consideran como un líder ilegítimo, a pesar de su reelección el año pasado.
Los partidarios de Gbagbo acusan a la corte de procesar solamente a Gbagbo y a sus aliados, aunque el fiscal judicial, Fatou Bensouda, afirmó, ayer miércoles, que había «intensificado» las investigaciones sobre los partidarios de Ouattara.
El caso es también una prueba de fuego para el tribunal internacional de crímenes de guerra, cuyo intento de enjuiciar a un alto cargo político anterior, el presidente de Kenia, Uhuru Kenyatta, terminó en conflictos y desórdenes. El tribunal, creado hace 13 años para juzgar y castigar los crímenes internacionales más graves, hasta el momento ha dictado sólo dos condenas, ambas de dos muy poco conocidos “señores de la guerra de África”.
pulse.ng (Nigeria)
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