La policía mauritana ha golpeado a los manifestantes que se habían echado a las calles de la capital para protestar contra el gobierno militar. Una multitud de mauritanos, leales a Sidi Mohamed Ould Cheikh Abdallah, el presidente derrocado el pasado mes de agosto, se concentraron ante el principal hospital de la capital, Nuakchot, el pasado día 5 de octubre, entonando a coro cánticos como “Larga vida a Cheikh Abdallahi”.
Las fuerzas de seguridad utilizaron gas lacrimógeno para dispersar la manifestación, y los manifestantes se dividieron en grupos más pequeños reagrupándose en otros lugares de la ciudad.
Los altos mandos del ejército se hicieron con el poder a principios de agosto, después de que el presidente Abdellahi hubiese anunciado que les iba a destituir.
Desde su llegada al poder, todas la manifestaciones públicas habían sido prohibidas, pero la de ayer se produjo por sorpresa, un día antes de que Abdellahi vaya a ser excarcelado, debido a un ultimátum que ha dado la Unión Africana. Si Mauritania no libera al ex presidente hoy, día 6, se enfrentará a las sanciones que la UA considere oportunas.
Uno de los manifestantes aseguraba a los periodistas que le gustaría ver a los soldados de su lado, defendiendo el país, en lugar de creer que tienen derecho a reprimir con brutalidad el derecho fundamental de manifestarse”. Otros coreaban: “no a la dictadura, larga vida a la democracia”. Los manifestantes eran del Frente Nacional para la Defensa de la Democracia, FNDD.
Abdallahi había sido elegido democráticamente y había recibido el apoyo de los militares, pero ahora permanece bajo arresto domiciliario desde el día en que se produjo el golpe de estado.
A pesar de las promesas de los militares de restaurar rápidamente la democracia, todavía no se ha puesto fecha para las próximas elecciones.
(Al Jazeera, 06-10-08)