La línea más dura de los insurgentes de Somalia, Al Shabaab, ha declarado que atacará las capitales de Burundi y de Uganda, en venganza por los ataques efectuados por los soldados de esos países, en la misión de paz de la UA en Somalia, AMISOM, que mataron al menos a 30 personas en Mogadiscio.
“Haremos llorar a su pueblo”, declaró ante la prensa un autodenominado gobernador de la región de Banadir, en la que se incluye Mogadiscio, de Al Shabaab, Sheikh Ali Mohamed Hussein. “Atacaremos Bujumbura y Kampala… trasladaremos a nuestros luchadores a esas dos ciudades y las destruiremos”.
Burundi y Uganda tienen cada uno unos 2.500 soldados en la capital somalí, bajo la misión de la Unión Africana, AMISOM.
Algunos testigos afirman que los soldados de AMISOM lanzaron al menos 35 cohetes al mercado de Bakara, de la capital, el día 22 de octubre, después de que los hombres armados de Al Shabaab lanzasen una bomba mortero contra el avión del presidente Sheikh Sharif Ahmed, cuando despegaba del aeropuerto, para dirigirse a una reunión a Uganda.
Los Estados Unidos acusan al grupo rebelde, que quiere derrocar el frágil gobierno de Ahmed, respaldado por la ONU, e imponer su propia versión de la ley islámica por todo el país, de ser aliados de Al Qaeda en la nación del cuerno de África.
El portavoz de AMISOM en Mogadiscio, Barigye Ba Hoku, negó que los soldados de la UA hubieran disparado ninguna artillería y culpó de las muertes de los civiles a las bombas de los rebeldes. “Nosotros no hemos bombardeado ningún lugar… estamos investigando y el gobierno somalí también lo está haciendo”, señaló.
“Al Shabaab quiere arrastrarnos a su guerra…nos bombardearon a nosotros y después bombardearon Bakara, después dicen a la gente que ha sido AMISOM quien ha matado a los civiles. Conocemos sus tácticas”.
Los combates en Somalia han matado a 19.000 civiles desde su reinicio a finales de 2007 y ha ocasionado otro millón y medio más de desplazados, provocando una de las peores emergencias humanitarias del mundo.
Las agencias de Seguridad de occidente aseguran que la nación afectada por graves sequías, se ha convertido en un refugio seguro para los militantes, como los yihadistas extranjeros, que lo utilizan para planear ataques en la región y más allá.
Las muertes de civiles “desastrosas”
Desde la vecina Kenia, el primer ministro somalí, Omar Abdarashid Sharmarke, denunció a los insurgentes. “Están disparando desde el mercado de Bakara, incluso desde mezquitas. Utilizan a la gente como escudos humanos… Lamentamos lo que ocurrió. Nunca es nuestra intención causar daño a nuestro propio pueblo”, declaró.
Los enfrentamientos del día 22 fueron unos de los más violentos ocurridos en Mogadiscio en las últimas semanas, y son una muestra de las dificultades a las que se enfrentan los 5.000 soldados de la misión de la UA.
Aunque se ganan la aprobación de algunos permitiendo a los residentes el acceso a agua potable y tratamientos médicos gratuitos, AMOSOM no ha podido hacer gran cosa, más que mantener la seguridad del aeropuerto de la capital, el puerto, el palacio presidencial y unas cuantas carreteras entre estos lugares.
Sus soldados sufren ataques diarios de bombas en la carretera y artillería rebelde, y el mes pasado, Al Shabat atacó su cuartel general con un doble atentado suicida, que mató a 17 soldados de paz, incluido el vicecomandante burundés de la misión. “No nos tomamos sus amenazas a la ligera”, dijo Ba Hoku, “cualquier intento de atacar Burundi o Uganda será abordado con una acción decisiva y será derrotado”.
Varios países africanos han prometido enviar tropas para reforzar la AMISOM pero, por el momento no lo han hecho, algunos alegando en privado que se retrasan debido a la incesante violencia.
A pesar de ello, el analista político con sede en Mogadiscio, Omar Abdikarim, ha dicho que la AMISOM todavía está mejor organizada y armada que los rebeldes, y que debería empezar a hacer algo para echarles de la ciudad. “Deberían lanzar una gran ofensiva… Este bombardeo sin fin de barrios comerciales y residenciales, la matanza de docenas de personas inocentes, es un desastre mayor que dos o tres semanas de operaciones”, aclaró.
(Daily Monitor, Uganda, 23-10-09)
