Los rebeldes de Fuerzas nuevas de Costa de Marfil han pedido a las autoridades electorales que se pospongan las elecciones presidenciales, previstas para el 30 de noviembre, alegando los retrasos en el registro de votantes y en la desmovilización de excombatientes en la guerra civil.
Las votaciones, en las que el presidente Laurent Gbagbo se presentará para la reelección, serán la culminación del acuerdo de paz firmado el pasado año con los rebeldes, que han controlado el norte del mayor productor de cacao durante el conflicto entre 2002 y 2003.
Pero se cree que la fecha del 30 de noviembre para las votaciones, casi con toda seguridad, va a retrasarse, debido al lento proceso de la identificación de los votantes y por los retrasos en los programas para desmovilizar a los miles de ex combatientes y antiguos miembros de las milicias.
El presidente Gbagbo, los rebeldes y el presidente de Burkina Faso, Blaise Compaore, que ayudó con la mediación en el acuerdo de paz firmado en 2007, se reunirán a finales de octubre para decidir si poner o no una nueva fecha para las elecciones.
Los antiguos rebeldes no mencionaron una nueva fecha, pero se espera que las votaciones se pospongan para el primer trimestre de 2009.
En los últimos meses, los antiguos combatientes rebeldes han protagonizado varias protestas armadas para pedir mayores pagos para la desmovilización. Estos actos han hecho aumentar los temores sobre una vuelta a los disturbios y la violencia, que podría perjudicar el acuerdo de paz de 2007, firmado por el presidente Gbagbo y el líder de los rebeldes, Guillaume Soro, que ocupa el cargo de primer ministro, hasta que se celebren las elecciones.
El jefe militar de Fuerzas Nuevas, Soumaila Bakayoko, ha declarado que muchos excombatientes están impacientes por la lentitud de sus pagos. “A este ritmo que llevamos, necesitaremos cinco años para reabsorber a los 26.000 combatientes desmovilizados. Cinco años es mucho tiempo y cabe preguntarse si estarán dispuestos a esperar tanto tiempo”, por lo que sugería que se pagase a cada uno de ellos 500.000 francos CFA, para garantizar la seguridad.
(Daily Nation, Kenia, 13-10-08)