Liberia está considerando si juzgar a los autores de los peores crímenes cometidos durante su guerra civil, entre 1989 y 2003, en la que se reclutaron niños soldado, se violaron a mujeres y murieron miles de personas, según el ministro de justicia.
La ministra de justicia, Christiana Tah, ha declarado que se ha formado un comité para revisar un informe emitido por la comisión de la Verdad y Reconciliación, TRC, a finales del año pasado, en el que se detallaban pruebas de las atrocidades y aconsejaba que se siguiera adelante con los juicios.
La república independiente más antigua de África todavía se está recuperando de la guerra que dejó en ruinas al país.
Pero, al contrario que su país vecino Sierra Leona, que rápidamente estableció un tribunal internacional para juzgar a los criminales de guerra de su conflicto, estrechamente entrelazado, Liberia prefirió reconstruirse antes. Los conflictos gemelos, el de Sierra Leona y el de Liberia, resultaron con la muerte de un cuarto de millón de personas.
Los juicios podrían afectar negativamente el delicado equilibrio de poder en una nación que ha mantenido la paz, en parte, por la colaboración de los ex combatientes.
Juicio de Taylor
Algunos de los señores de la guerra mencionados por el informe de la TRC ocupan un escaño en el Senado. El ex presidente de Liberia, Charles Taylor, está siendo juzgado por crímenes de guerra en La Haya, pero sólo por su supuesta participación en la guerra de la vecina Sierra Leona.
La presidenta de Liberia formó un comité que revisó el informe y que debe aconsejar al gobierno qué hacer a partir de ahora. “Los que cometieron las atrocidades más graves se recomendará que sean juzgados. Intentaremos hacerlo lo más rápido posible”, señaló la ministra de Justicia.
La comisión de verdad y reconciliación se formó en 2005, para investigar los crímenes de guerra.
Su informe causó sensación el año pasado, cuando afirmó que se debería prohibir a la presidenta, Ellen Johnson Sirleaf, ocupar un cargo público por haber respaldado la rebelión de Taylor. La actual presidenta admite que dio dinero a Taylor, pero agrega que ese dinero fue desviado para otros propósitos que ellos desconocía.
El presidente de la comisión Jerome Verdier declaró que si siguen adelante con la idea de juzgar, será un proceso muy largo. “Nos ocupará los próximos diez años poner en marcha todos los registros para llevarlo a cabo, pero esto es algo de lo que no podemos escapar, no podemos afirmar que el conflicto ha terminado en ausencia de la justicia”.
(News 24, 26-04-10)