Los militantes islamistas han liberado el día 10 de marzo a una trabajadora humanitaria y a una rehén italiana que habían sido llevadas a Burkina Faso desde Mali, y llevaban retenidas desde el pasado mes de noviembre.
“Son buenas noticias. Mientras hablamos, las dos mujeres están de camino a Burkina”, señaló el negociador de Mali.
Una fuente antiterrorista en Madrid dijo antes que Alicia Gómez, de 35 años, una de los tres cooperantes secuestrados en Mauritania por Al Qaeda el pasado mes de noviembre, iba a ser liberada, “Está siendo llevada a un lugar más seguro”.
Fuentes cercanas al proceso de negociación declararon que la italiana, Philomene Kaboure, de 39 años, de ascendencia burkinesa, en un principio, se había negado a ser liberada, prefiriendo quedarse junto a su marido italiano, Sergio Cicala, de 65 años.
La pareja había sido secuestrada el pasado 18 de diciembre, también en Mauritania.
La vicepresidenta española, María Teresa Fernández de la Vega confirmó que había viajado a Barcelona el día 9 de marzo, para hablar con las familias de los tres cooperantes secuestrados, sobre los posibles acontecimientos que iban a llegar.
El primer ministro español, José Luis Rodríguez Zapatero, pidió prudencia a primera hora del día 10, aunque añadió que “las cosas marchan por el buen camino”:
La prensa española informó hace varias semanas de que Al Qaeda del Magreb islámico había demandado un rescate por la liberación de los tres cooperantes, que fueron secuestrados en Mauritania el 29 de noviembre.
El diario español El Mundo, dijo que Madrid estaba en proceso de pagar 5 millones de dólares de rescate, a cambio de los rehenes.
Sin embargo, el 1 de marzo, el negociador maliense dijo que el caso había llegado “a un punto muerto”.
Al Qaeda del Magreb islámico había demandado previamente la liberación de varios prisioneros mauritanos a cambio de la seguridad y liberación de la pareja de italianos, dando plazo hasta el 1 de marzo, que pasó sin que se produjeran noticias nuevas.
La amenaza terrorista en el Sahel está siendo tomada muy seriamente, después de la muerte de un turista británico, Edwin Dyer, en junio de 2009, asesinado por Al Qaeda después de seis meses de cautiverio, cuando Londres se negó a ceder al chantaje de los combatientes islamistas.
(IOL, 10-03-10)