Una nueva fuerza militar africana en la región del Sahel podría estar en funcionamiento en los próximos meses después de que los donantes prometieron millones en una conferencia en Francia. Paul Melly, de Chatham House, habló con Deutsche Welle acerca de la fuerza G5 Sahel.
Los jefes de estado de los países del G5 (Malí, Burkina Faso, Chad, Mauritania y Níger) se reunieron con delegados europeos para discutir la financiación y la organización de la nueva fuerza del Sahel en una conferencia cerca de París la pasada semana.
Casi cinco años después de que Francia interviniera para combatir a los extremistas islámicos en el norte de Mali, la amenaza yihadista se ha extendido a los países vecinos en el volátil Sahel, la extensa y en gran parte estéril zona al sur del desierto del Sahara.
DW habló con Paul Melly, miembro asociado del Programa de África en Chatham House, un instituto de políticas independiente en Londres.
Paul Melly subrayò que la importancia de la reuniòn era establecer y operar la fuerza G5 en una estructura organizacional adecuada y establecer los arreglos administrativos básicos. Tambièn destacò que organizaron reuniones para las próximas semanas para poner más detalles en su lugar.
Melly estimó que necesitan 250 millones de euros para las operaciones del primer año. Así que estima que les llevará a acabar a mediados o finales de 2018. Por lo tanto, parece que el dinero [ya comprometido] les permitiría comenzar. Francia también está proporcionando bastante equipamiento.
¿Cómo se verá la línea del frente? Francia tiene ya en el sahel una fuerza de 4.000 efectivos, la Barkhane. Las Naciones Unidas tienen alrededor de 12.000 efectivos de mantenimiento de la paz que operan en Mali como parte de la misión MINUSMA.
La fuerza francesa está dispersa por el Sahara y el Sahel. Su trabajo principal, hasta ahora, ha sido enfrentar a los grupos yihadistas, incluida Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQIM). Lo hacen con bastante frecuencia con medios militares de alta tecnología, respaldados por la vigilancia estadounidense.
La MINUSMA no está específicamente involucrada en la lucha activa contra grupos terroristas; su propósito es hacer que el acuerdo de paz interno de Malí, el Acuerdo de Argel de 2015, funcione correctamente y se implemente de manera adecuada. Está tratando de apoyar a las autoridades descentralizadas, proporcionar seguridad para los servicios públicos básicos y ayudar a consolidar la estabilidad política.
El tercer rol, que recaerá en la fuerza G5, es abordar lo que a menudo son grupos yihadistas arraigados localmente, particularmente en las áreas fronterizas: por ejemplo, la frontera entre Mauritania y Malí es extremadamente insegura y peligrosa y un área donde los yihadistas están activos; en el centro de Mali alrededor de Mokti, tienes el grupo FLM [Facina Liberation Front]; y a lo largo de la frontera con Burkina Faso, hay otros grupos, que pueden tener tan solo 100 combatientes. Estos grupos y pandillas de traficantes realizan muchos ataques muy violentos. A veces hay ataques diarios contra puestos de la policía, pequeñas guarniciones del ejército y ocasionalmente funcionarios del gobierno. Hace que sea muy difícil mantener una vida cotidiana normal para la administración en estas áreas.
Aquí es donde la fuerza G5 será útil porque tendrá la autoridad para moverse a través de las fronteras. Debido a que estas tropas están formadas en su mayoría por personal local, la esperanza es que puedan enfrentarse a los grupos yihadistas locales sin antagonizar a las comunidades de la zona. Es difícil para las fuerzas internacionales involucrarse en una seguridad muy localizada ya que puede causar fricción y resentimiento.
El lunes, la Unión Africana anunció que unos 6.000 excombatientes que han estado luchando por el «Estado Islámico» en Irak y Siria están regresando a África. ¿La fuerza G5 estará preparada?
La presunción es que un gran número de esas personas volverá al norte de África, al Magreb, que no es realmente lo que les preocupa a las fuerzas del G5. Habrá una fuerza G5 en el norte de Chad para hacer frente a los posibles riesgos de desbordamiento del sur de Libia. Pero la preocupación principal de la fuerza G5 será mucho más local en las áreas fronterizas marginales dentro de Malí, Níger, Burkina Faso y, hasta cierto punto, en el sudeste de Mauritania.
Fuente: Deutsche Welle
[Traducción, Muriel Balda Aspiazu]
[Fundación Sur]
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