Para evitar que los policías se quedaran con sus mercancías, las mujeres enseñan sus pechos.
Os lo habíamos dicho: las africanas no han tenido que esperan a las Femen para manifestarse con los pechos desnudos. Últimamente las comerciantes burundesas lo han probado. En una manifestación que se ha hecho en un mercado de Buyumbura, la capital de Burundi, han enseñado sus senos desnudos delante de los aduaneros y policías que estaban asombrados. Las fuerzas del orden estaban a punto de coger las telas importadas ilegalmente, según dicen los observadores. Y en signo de protesta las mujeres se desnudaron.
“Los aduaneros han llegado acompañados de policías y han hecho cerrar todas las casetas del mercado. Esta decisión nos ha abatido porque la venta de paños es nuestro unido medio de vida. Desesperadas, hemos enseñado nuestros pechos, no sabíamos en ese momento como disuadir a los aduaneros de que no se llevaran nuestras mercancías” ha contado Yvette, una de las vendedoras de paños.
Las Femen no han inventada nada
Enseñar los pechos desnudos es un método utilizado mucho por las mujeres africanas.
Un grito de cólera se puede expresar de diferentes maneras. Algunos prefieren utilizar la pluma o su voz, otros sus cuerpos. Pero todos expresan la misma cosa “que ya están hasta las narices”. El de no haber sido suficientemente escuchados y comprendidos.
Enseñar los pechos desnudos no pertenece a una época o a una región. Las activistas de Femen no son las primeras en manifestarse con el pecho desnudo por las calles. Las africanas ya han utilizado ese método mucho antes que ellas.
“¿Hemos olvidado las manifestaciones de mujeres desnudas que han tenido lugar en Nigeria o Liberia, Kenia o Uganda hace ya más de un siglo?
En 1929, en Nigeria, mujeres negras se rebelaron en masa contra la autoridad colonial. En un libro dedicado a las mujeres africanas, la historiadora Catherine Coquery-Vidrovitch demuestra hasta qué punto las asociaciones de mujeres estaban activas y no retrocedían ante nada para hacer avanzar sus ideas.
“Las autoridades coloniales desarmadas, no podían hacer recurrir a la utilización de la fuerza. No se masacraba a las mujeres, eso hubiera sido un escándalo, y ellas lo comprendieron inmediatamente, se hicieron fuertes en su impunidad, y se lo jugaron todo sin vergüenza”.
Cerca de un siglo más tarde otras nigerianas han desfilado medio desnudas en las calles de Ogun, en el sudeste del país. Varias mujeres de edad han atravesado la ciudad para protestar contra la invasión constante de gamberros.
En Abril de 2012, en Uganda, las mujeres hicieron prueba del mismo espíritu combativo. 15 activistas ugandesas se habían manifestado en sostén para denunciar el arresto agresivo de una mujer oponente política muy activa del país. Y porque ellas estaban indignadas, las mujeres africanas no han dudado en producir un shock y en desafiar a las autoridades exhibiendo una parte de su cuerpo. ¿No es este uno de los principales principios de las manifestaciones organizadas por el movimiento de las Femen a través del mundo?
El 24 de Septiembre de 2001, las gambianas fueron mucho más lejos desfilando completamente desnudas en las calles de Brikama, la segunda ciudad del país. Protestaban contra el ritual según el cual la oposición organizo “el sacrificio” de un perro por razones electorales. Un periódico local registro esta sorprendente manifestación:
“Los habitantes de Brikama se quedaron con la boca abierta delante de estas mujeres vestidas de Eva que desfilaron profiriendo encantamientos contra la oposición, considerada responsable de este acto ritual. Las mujeres desnudas, que salmodiaban en lengua diola, han pedido a Dios castigar a la oposición por este acto tan vil. A continuación han cavado un agujero y se han sentado alrededor mientras que otras continuaban a demostrar su cólera”.
Cada vez o casi siempre, las reacciones estallan. Las autoridades religiosas condenan, la policía interviene y una parte de la población calumnia. En la Republica Democrática del Congo, policías han utilizado incluso las armas de fuego durante un cortejo fúnebre en donde desfilaban siete mujeres desnudas. Algunas completamente desnudas y otras solo en braguitas, improvisando pasos de danzas cuando el cortejo fue detenido por agentes de policía congoleña.
Nadéra Bouzza
Editado y traducido para Fundación sur