El presidente en funciones de Nigeria ha puesto a las fuerzas de seguridad en alerta después de que bandas armadas con machetes masacrasen a al menos 100 personas, la mayoría mujeres y niños, cerca de la ciudad central de Jos.
Los testigos han descrito cómo las víctimas eran cazadas en trampas con redes como animales mientras intentaban huir de sus agresores, que los mataban en lo que parece ser un ataque muy bien organizado.
La mayor violencia se concentró el domingo por la mañana, alrededor de Dogo Nahawa, cerca de Jos, donde los periodistas contaron un total de 103 cuerpos entre las cenizas todavía humeantes.
Los atacantes además prendieron fuego a docenas de casas en los pueblos de alrededor, Ratsat y Zot, a menos de 10 kilómetros de Jos, donde vive el grupo étnico berom. Los habitantes del lugar acusan a los pastores fulani del ataque.
Un miembro de la etnia fulani de Jos, Yusuf Alkali, cree que los ataques se han producido en venganza por los asesinatos de cuatro pastores hace dos semanas, cuando un asentamiento fulani fue atacado por jóvenes de la etnia berom.
El presidente en funciones, Goodluck Jonathan “ha puesto en alerta roja a todos los servicios de seguridad de los estados de Plateau y los de alrededor, para frenar la posibilidad de que el conflicto cruce las fronteras”, según ha declarado su oficina en un comunicado. “Además ha ordenado a los servicios de seguridad que pongan en marcha iniciativas estratégicas para enfrentarse a estas bandas de asesinos”, añade el comunicado.
A pesar de que las tropas han sido desplegadas en el estado de Plateau, los traumatizados residentes acusan a los soldados de mirar hacia otro lado durante el baño de sangre. “La operación comenzó alrededor de las 03.00 y terminó hacia las 06.00 am, hubo disparos, pero no vimos a un solo policía”, asegura un vecino que perdió a su mujer y a dos de sus hijos.
Algunas partes de Jos todavía están bajo el toque de queda, desde los enfrentamientos religiosos que tuvieron lugar en el mes de enero, cuando murieron asesinadas 326 personas, según la policía, y 550 según grupos de derechos humanos. Esta región central de Nigeria ha sido un foco de enfrentamientos religiosos y étnicos regulares.
(News 24, 08-03-10)