La Unión Africana (UA) se ha visto obligada a poner en pausa el proceso de retirada que sus tropas iban a implementar en el marco de la lucha contra las milicias de Al Shabaab en territorio somalí.
Los representantes del gobierno de Mogadiscio alzaron una petición al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas en la que solicitaban la cancelación temporal, “pausa táctica”, de este proceso que, en un periodo estipulado de tres meses, iba a poner fin a la presencia de los más de 3000 efectivos que actualmente combaten a la filial de Al-Qaeda en las regiones centrales de Somalia.
Desde que se iniciase el proceso de retirada de las fuerzas de paz en torno a 2000 militares de la Misión de Transición de la Unión Africana en Somalia (ATMIS), iniciada en 2007, han regresado a sus países. El recrudecimiento de la insurgencia yihadista de Al-Shabaab ha “puesto al límite” a las fuerzas militares somalíes; según han reconocido fuentes gubernamentales al Consejo de Seguridad de la ONU. La explosión de violencia que sacude el país “ha expuesto vulnerabilidades en nuestras líneas del frente y ha hecho necesaria una reorganización exhaustiva para garantizar que mantenemos nuestro impulso en la lucha contra la amenaza de al-Shabaab”.
En el mismo comunicado han subrayado la falta de recursos con los que cuenta Mogadiscio para hacer frente a tales peligros, así como las fatales consecuencias para la paz y seguridad que tendría esta retirada, no solo para una Somalia que se encuentra en un proceso de transición, sino para la totalidad del Cuerno de África.
La respuesta del Consejo de Paz y Seguridad de la Unión Africana ha resultado favorable para los intereses somalíes en tanto que ha afirmado que se pondrá cese a la retirada, manteniendo sobre el terreno a los 3000 efectivos que planeaban evacuar.
A pesar de que países como Kenia, Etiopía, Burundi o Uganda han reafirmado su compromiso con la lucha que Somalia está librando contra las milicias yihadistas, lo cierto es que el mantenimiento de estas tropas depende en última instancia de los fondos generales de la Unión Africana, así como de otros benefactores internacionales.
Fuentes: Somali Guardian – Anadolu Ajansi
[Traducción y edición, Gabriel Castro]
[CIDAF-UCM]
