África es el continente más afectado por los efectos del cambio climático: se encuentra en el epicentro de la crisis climática mundial y se prevén a futuro innumerables eventos climáticos extremos, muchos más que en cualquier otra parte del globo.
En el año 2020, el Departamento Meteorológico de Kenia elaboró un Informe sobre el Estado del Clima. En dicho documento se informaba que los valores de la temperatura registrada en dicho año fueron más altos que la temperatura promedio estimada para el período 1981-2012, mientras que la estación “invernal” para Kenia, que comprende los meses de junio a agosto, registraba la mayor desviación en comparación con el resto de meses del año en cuestión.
La alarma de la emergencia climática lleva activada en Kenia y en los países de África oriental desde hace décadas. Entre el 2020 y el año 2023, la zona del Cuerno de África ha sufrido la mayor sequía de los últimos 40 años. Este hecho ha afectado directamente a la época de lluvias, alcanzando en los últimos años mínimos históricos que afectan a las poblaciones colindantes, como la de Somalia o Etiopía. Las consecuencias tienen un gran impacto en diversas áreas, como es la agricultura, los suministros de agua potable o la higiene. Los cultivos kenianos, mayoritariamente de secano, se han visto afectados negativamente ante esta situación, incidida por el aumento generalizado de las temperaturas y el calentamiento global, que ya sólo con la subida de 2 grados pone en riesgo la vida de miles de personas.
La seguridad alimentaria en África está en inminente peligro ante las amenazas mencionadas, y en lugares como Kenia, donde el maíz es uno de los principales alimentos, el riesgo que padece la población se agudiza con el paso de los días.
[Fuente: Nation Africa]
[Traducción y Edición, Yara Fernández]
[CIDAF-UCM]
