La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha señalado que es recomendable que se eliminen las barreras innecesarias a los abortos seguros, como la criminalización, los tiempos de espera y la aprobación de terceras personas. A pesar esto, parece que en Namibia, la población no está aún preparada para cambiar la ley restrictiva que prohíbe el aborto.

Algunas personas en Namibia consideran la cuestión del aborto como parte de una decadencia moral en el país, algo antirreligioso e imprudente. Algunos lo tratan como un asesinato premeditado y otros, haciendo alusión a términos bíblicos, como una maldición de la nación. Es decir, no se contempla como un derecho fundamental y un servicio de salud.

En Namibia, tal y como señala la ley de Aborto y Esterilización de 1975, que se remonta a la época del apartheid, el aborto está permitido siempre que la salud mental se vea perjudicada por el embarazo. También en casos de violación, incesto, discapacidad en el feto o con una autorización parental. Todo lo que no se encuentre en esta lista, no justifica el aborto en Namibia y su realización puede suponer cinco años de cárcel, 5.000 dólares de multa o ambos.

Menos de cinco países en África permiten el aborto libre con límites gestacionales. Sudáfrica, que legalizó el aborto en 1996 con la ley de Elección de la interrupción del embarazo, es un ejemplo. En el país está permitido el aborto independientemente de la edad y estatus conyugal siempre que se realice antes de las doce semanas de embarazo. El período puede extenderse a 20 semanas en algunos casos. La legalización del aborto en Sudáfrica ha reducido las muertes de mujeres al interrumpir la realización de abortos inseguros, especialmente entre las mujeres jóvenes. También se han reducido los tratamientos a mujeres por sufrir complicaciones a causa de este tipo de abortos.

Fuente: The Namibian

[Traducción y edición, Míriam Izquierdo Izquierdo]

[CIDAF-UCM]

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