Los habitantes de la República Centroafricana votan un nuevo presidente y parlamento el día 23 de enero, con la paz como premio para un país rico en recursos, venido a menos por años de inestabilidad y rebelión.
El actual presidente, François Bozize, es probablemente el favorito para los 1.8 millones de votantes registrados, entre los otros cuatro candidatos, entre ellos un ex líder rebelde, y otro ex presidente, al que derrocó con un golpe de estado Bozize.
Bozize ha llevado a cabo la campaña electoral con más recursos. El presidente, de 64 años de edad, llegó al poder mediante un golpe de estado en 2003, y fue elegido después en 2005, en unas elecciones impugnadas por la oposición.
Entre sus principales rivales está el presidente al que derrocó, Ange Felix Patasse, que estuvo en el poder entre 1993 y 2003.
También se presentan el ex primer ministro Martin Ziguele, y el ex ministro de defensa, que llegó a ser jefe del grupo rebelde Ejército Popular para la Restauración de la Democracia, Jean Jacques Demafouth.
Años de problemas
Emile Gros Raymond Nakombo, del partido Unión Democrática Centroafricana, del ex presidente Andre Kolingba, está considerado el contendiente más marginal.
“Fundamentalmente lo que está en juego es la vuelta a la paz, y con esa paz, el relanzamiento de los planes para el desarrollo”, señala Ismail Sy, profesor de Derecho en la universidad de Bangui, “Estas elecciones podrían poner fin a año de problemas”, añade.
Desde la caída en 1979 del dictador militar Jean Bedel Bokassa, conocido por ser el gobernante más despiadado de África y acusado de echar a sus rivales políticos a los leones y cocodrilos, la República Centroafricana se ha visto sacudida por rebeliones y golpes de estado.
La inestabilidad ha entorpecido el progreso del país de 4.5 millones de habitantes, que está entre los países más pobres del planeta, a pesar de la riqueza que posee en materias primas como el uranio, diamantes y madera.
La antigua colonia francesa comenzó un proceso de paz en 2008 para integrar a la oposición y a los rebeldes, que culmina con las elecciones del día 23 de enero de 2011.
“Sobre todo las elecciones han de ser creíbles”, asegura el candidato Demafouth, que afirma representar a los jóvenes, “que conforman el 70 % de la población del país y no tienen futuro”.
Patasse, que pasó siete año en el exilio en Togo, después de ser depuesto y volver a presentarse en 2009, se presenta como candidato independiente, lo cual, según los analistas, no juega en su favor, y pone toda su confianza en su recién descubierta fe en Dios.
“No soy el Patassé de ayer” dice el ex presidente, que cumple 74 años el 25 de enero, y añade estar seguro de que Dios le confiará el ministerio de la unidad del pueblo centroafricano.
La oposición ha criticado duramente la organización de las elecciones.
(News 24, 21-01-11)