Contra todo pronóstico, los diputados europeos han rechazado, el 14 de diciembre de 2011, la prolongación de los acuerdos de pesca entre la Unión Europea y Marruecos. Sin embargo, un acuerdo aprobado por la Comisión Europea el pasado mes de julio, permitió a unos 120 barcos de pesca del pabellón de 11 países europeos pescar en las aguas territoriales marroquíes. A cambio, Marruecos recibiría una compensación de unos 31 millones de euros y cánones pagados por los armadores en función de las capturas. En reacción a este rechazo, Rabat ha tomado la decisión soberana de invitar a todos estos navíos de pesca europeos a salir inmediatamente de sus aguas territoriales.
¿Qué consecuencias tendrá esto para los europeos y para Marruecos?
Para Marruecos, ninguna. Basta con que el gobierno marroquí negocie y redistribuya las licencias de pesca con los países grandes consumidores de productos del mar, como Japón, China, India e incluso Rusia. Una noticia que deberá encantar a los marroquíes, porque verán bajar el precio del pescado.
En cuanto a las consecuencias para Europa: la pérdida de ingresos para los pescadores, el aumento vertiginoso del precio del pescado, la cesta de la compra, ya maltratada, se verá afectada, la disminución de las actividades industriales relacionadas con la mar, con un riesgo elevado de disminución de personal y la bajada de los ingresos para las fábricas de cerveza de España y Portugal. Por otra parte, España, enojada, ha solicitado urgentemente una compensación financiera a la UE por los daños que va a sufrir la flota de pesca española. Francia “lamenta profundamente” que el parlamento europeo se haya opuesto a la propuesta de prórroga de este acuerdo que constituye el marco de asociación más importante concluido por los 27 en materia de pesca.
En conclusión, la reacción, cerrada, de Marruecos es una respuesta mordaz a los diputados europeos y la demostración clara y neta de que la integridad territorial marroquí no es negociable y que no quiere regatear al respecto. En este asunto de la pesca, Marruecos no pierde ni económica, ni política, ni diplomáticamente. Los marroquíes estarán contentos de ver bajar el precio del pescado y de acoger a las empresas asiáticas de pesca. Por otra parte, hace algunos años, el parlamento europeo había tomado una decisión similar. Pero tuvo que echarse atrás a toda prisa en su decisión t Marruecos alcanzó acuerdos de licencias de pesca.
Imaginemos que el gobierno marroquí se niega esta vez a conceder las mismas licencias y decide dar la espalda a las demandas del parlamento europeo. Los armadores y pescadores europeos, los profesionales de turismo y de la industria relacionados con la actividad, deberían acudir ante el parlamento europeo para protestar y defender sus intereses.
Farid Mnebhi
(Afrik.com, 15-12-11)