Un grupo de 35 ruandeses está cumpliendo una condena de un mes en la prisión gubernamental de Ndorwa, en Kabale, porque no han podido reunir los 10.000 chelines ugandeses, 4.300 euros, de multa, para lograr su puesta en libertad. El grupo es parte de 120 arrestados cuando pasaban la frontera por la ciudad de Katuna, una semana antes, en una redada anticrimen puesta en marcha por la policía. Un total de 55 ruandeses fueron arrestados por la medida policial y acusados en los juzgados de Kabale. La presidenta de los magistrados, Irene Akankwasa, les dio la opción de pagar una multa o cumplir una condena de un mes en la cárcel. El jefe de policía de la ciudad asegura que sólo 20 ruandeses pudieron pagar la multa y fueron deportados a su país tras hacerlo. El resto todavía están a tiempo de pagar, mientras cumplen la condena.
Los ruandeses acostumbran a utilizar los puntos de la frontera entre Uganda y Ruana que no están vigilados, para escabullirse hacia Uganda. La policía asegura que hay ugandeses implicados en este tráfico de ilegales, que por una pequeña cantidad de dinero, les transportan desde estos puntos flacos de la frontera, hasta ciudades más grandes como Sembabule, Kiboga, Nakasongola y Kibaale, donde hay grandes comunidades de ruandeses.
(Red Pepper, Uganda, 26-11-07)
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