LA OTAN ha sugerido el día 12 de julio que estaría dispuesta a detener los bombardeos sobre Libia durante el Ramadán, si las fuerzas de Muamar Gadafi también cumplen este alto el fuego durante el mes sagrado musulmán.
“Necesitamos esperar a ver si las fuerzas de Gadafi siguen bombardeando y causando daños”, señaló el portavoz de la OTAN, Mike Bracken.
“Si lo hacen, y creemos que existe riesgo para las vidas del pueblo libio, entonces creo que sería muy apropiado continuar utilizando el mandato que tiene la OTAN, para proteger esas vidas”, dijo Bracken, durante una teleconferencia del comando operativo de la OTAN en Nápoles, Italia.
Otro portavoz de la OTAN, Oana Lungescu, dijo que “se espera que las fuerzas de Gadafi dejen de atacar y amenazar con atacar a civiles, no sólo durante el mes de Ramadán, sino inmediatamente. Mientras continúen los ataques y amenazas, la misión de la ONU sigue siendo proteger a los civiles en Libia”.
En anteriores ocasiones, fuerzas lideradas por Estados Unidos no han respetado el Ramadán, que comienza en torno al 1 de agosto este año, deteniendo los bombardeos en campañas contra los grupos armados a los que se enfrentan en países de mayoría musulmana como Irak y Afganistán.
Pero las fuerzas de Gadafi han afirmado que los ataques de la fuerza aérea de la OTAN contra ciudades como Trípoli, la capital de Libia, van destinados a la población civil.
La OTAN parece preocupada porque bombardear la ciudad de la nación musulmana durante el mes de Ramadán –un mes de oración, reflexión y ayuno desde que sale el sol hasta que se pone- puede provocar una reacción violenta en el mundo islámico.
La Alianza Occidental opera bajo un mandato de la ONU que permite el uso de ataques aéreos para proteger a los civiles. Se podría poner fin a estos ataques, pero algunos analistas han advertido que cualquier tregua en el bombardeo podría ocasionar una rápida respuesta contraproducente.
Las fuerzas de Gadafi han sido debilitadas por la campaña de bombardeos aéreos que han durado casi cuatro meses, pero siguen siendo perfectamente capaces de enfrentarse al mismo nivel con las variopintas fuerzas rebeldes.
Gadafi se mantiene
Mientras tanto, una delegación del Consejo de Transición de Libia, encabezada por su jefe diplomático, Mahmoud Jibril, tenía previsto realizar su primera visita a la sede de la OTAN el día 13 de julio.
La delegación se reunirá con el secretario general Anders Fogh Rasmussen y asistirá a una reunión con el Consejo del Atlántico del Norte, el organismo supremo de toma de decisiones en la OTAN. Los diplomáticos dicen que es probable que la delegación pida a la Alianza que mantenga sus ataques aéreos durante el mes de agosto.
Los libios también se reunirán con funcionarios de la Unión Africana, incluido Jose Manuel Barroso, presidente de la Comisión Europea.
En mayo, la dirigente de Asuntos Exteriores de la Unión Europea, Catherine Ashton, abrió una oficina diplomática en Benghazi, la capital rebelde de facto de Libia, y prometió apoyo a una Libia democrática.
Cuando la OTAN tomó el mando en Libia, el 31 de marzo, de manos de la coalición internacional liderada por los Estados Unidos, que había lanzado los primeros ataques aéreos contra Libia, la Alianza esperaba que un ataque fuerte y repentino persuadiera a Gadafi para ceder el poder.
La campaña de bombardeos ha conseguido detener a las fuerzas de Gadafi y evitar la caída de las ciudades tomadas por la oposición, como Benghazi y Misrata, pero no ha desplazado al régimen.
(News 24, 13-07-11)