Peritos independientes de las Naciones Unidas iniciaron el martes una investigación de ocho días sobre la situación de los derechos humanos en Burundi, informa hoy la agencia de noticias PANA.
Según la fuente, tal indagación se asumió tras un intenso debate sobre la presunta existencia de fosas comunes de víctimas de la violenta crisis política imperante en el país.
Al frente de la delegación figura Christof Heyns, actual relator especial de la ONU sobre ejecuciones extrajudiciales, sumarias y arbitrarias.
De acuerdo con el programa, los especialistas de la misión se reunirán con diferentes autoridades, miembros de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, representantes de organizaciones no gubernamentales internacionales y con delegados del sistema de las Naciones Unidas acreditados en Bujumbura.
Al término de las investigaciones, los tres peritos presentarán un informe preliminar al Consejo de Derechos Humanos de la ONU el 21 de marzo.
La situación de seguridad en Burundi se deterioró en los últimos meses y se revivieron temores sobre un nuevo conflicto tras la reelección del presidente Pierre Nkurunziza, en julio pasado.
Su tercer periodo en el poder es rechazado por la oposición al argumentar que viola la Constitución y el pacto de Arusha que puso fin a la guerra civil.
El resultado electoral no ha sido reconocido por la comunidad internacional, que argumenta falta de garantías en su realización.
Líderes africanos, que recientemente se reunieron en Addis Abeba, Etiopía, acordaron enviar una misión para conseguir convencer a Nkurunziza de aceptar la presencia de cinco mil efectivos de las fuerzas de paz para frenar la violencia.
El Ejecutivo rechaza ese plan. «Tenemos un gobierno legal y democráticamente elegido que debe ser consultado antes de tomar tales decisiones», afirmó el portavoz presidencial, Gervais Abayeho.
Prensa Latina
(Fundación Sur)