Las decenas de miles de refugiados somalíes en Kenia son libres de irse a casa o quedarse en los campamentos de este país, según declaraciones de un alto funcionario de la ONU citadas hoy por un sitio regional.
La aclaración del Alto Comisionado del organismo mundial para los Refugiados, Filippo Grandi, siguió a protestas de pobladores de esos centros humanitarios por los recortes de las raciones de alimentos por entidades humanitarias, a causa del insuficiente aporte de los donantes y los planes para cerrar esos campamentos.
Según el funcionario, el escoger su repatriación fue una decisión de muchas familias, que anunciaron su retorno a las zonas de guerra de donde vinieron, bajo el arqumento de acumular deudas que les impiden alimentar a sus hijos después de los recortes.
El sistema social paralelo que se ejecuta en estos campamentos desde hace más de 25 años es susceptible de mejoras, explicó Grandi al visitar el centro de asistencia humanitaria de Dadaab en el norte de Kenia, el mayor del munto.
Los refugiados necesitan ayuda, incluso si hay ciertas posibilidades de repatriación, pero muchos no quieren aprovechar esas oportunidades ahora y son libres para desestimarlas y continuar protegidos y asistidos aquí, subrayó Grandi.
Fuente: Prensa Latina
[Fundación Sur]
Artículos relacionados:
– El regreso de los refugiados somalíes de Dadaab no es “voluntario” denuncia Human Rights Watch
– Dadaab el campo de refugiados que se convirtió en una ciudad