Según un informe de la Agencia Nacional de Inteligencia de 2010, algunos negocios en Sudáfrica sirvieron como impulso para la revolución iraní, y existían campos de entrenamiento de la yihad en Lenasia y en otras partes del país.
Este documento es parte de una gran lista de información filtrada, procedente de documentos clasificados de la Agencia de Seguridad del Estado de Sudáfrica y de algunas agencias espías extranjeras, que ha sido publicada por Al Jazeera el pasado lunes. Esta información ofrece una visión general sobre las actividades que Irán, que además es un proveedor clave de petróleo, realiza en Sudáfrica. Parece sacarse en claro que la presencia de Irán en Sudáfrica pretende “aumentar su influencia en el exterior, mediante la exportación del Islam y el reclutamiento de estudiantes para cursar estudios en instituciones iraníes, al mismo tiempo que se intenta contrarrestar la influencia sunita en el sur de África”.
El documento también ha publicado el nombre de personas involucradas en la actividad, para identificar a los agentes iraníes en Sudáfrica. “Se confirmaron los vínculos entre los miembros de la inteligencia iraní y las organizaciones extremistas locales y posibles células o grupos terroristas”, cita el documento. Algunas de las empresas “fachada” que estaban encubriendo la relación africano-iraní, se han identificado con una organización religiosa en Ciudad del Cabo, una empresa editorial, una tienda de alfombras persas, agencias de noticias o una casa de huéspedes, entre otros.
Angelique Serrao
IOLNews – Fundación Sur