El sector bancario en Malí se encontraba inmerso en una huelga que duró cinco días, tras haber sido iniciada sin aviso previo el 5 de junio. Debido a la escasez de liquidez los precios en los mercados aumentaron y muchas empresas sufrieron las consecuencias de la paralización de las transacciones bancarias. Los pagos a proveedores y empleados se detuvieron prácticamente por completo y ante la inminente llegada de la Tabaski, una de las festividades musulmanas más importantes en el país, muchos malienses temían no poder acceder a su dinero para los preparativos.
Los empresarios de Malí habían solicitado la implementación de un servicio mínimo en los bancos para mitigar los efectos de la huelga. Sin embargo, esta requería un consenso entre el Estado, los sindicatos y el sector privado, dado que el derecho a la huelga está garantizado por la Constitución. El Sindicato de Banca y Seguros de Malí, protagonista de la huelga, también conocido como Synabef, había obtenido el respaldo de otras organizaciones sindicales de diversos sectores, como la minería, las autoridades locales y la educación, exigiendo todos la liberación del dirigente sindical Hamadoun Bah.
Tras pasar cinco noches en prisión, Hamadoun Bah, gracias a la movilización social y sindical, fue liberado por las autoridades, poniendose fin a la huelga. Synabef agradeció especialmente la implicación de la UNTM, la poderosa central sindical maliense cuyo secretario general participó personalmente en las negociaciones para obtener la liberación de Hamadoun Bah. No obstante, Bah continúa acusado de falsificación y uso de falsificación mientras el proceso judicial continúa.
[Traducción y edición, Bruno Rodríguez]
[CIDAF-UCM]