El misionero Vicente Berenguer, sacerdote diocesano nacido en Teulada, Alicante, recibió en 2012, la Distinción de la Generalitat Valenciana. En esta entrevista, compartida por la delegación de misiones de Valencia, cuenta cómo han transcurrido sus 48 años en Mozambique:
– ¿Cómo surge su vocación misionera?
Estando en el seminario formaba parte del sector de misiones, leía revistas y en alguna de ellas encontraba textos de misioneros valencianos como Vicente Abad, Alexandre Alapont… unos en África, otros en América Latina… y así surgió esta vocación. Y para ir a estos lugares tenías que ir al seminario de Misiones en Burgos. Por eso al terminar Filosofía, marché a estudiar Teología a este seminario. En Burgos pedí ir a Mozambique porque allí tenía compañeros, había leído sus cartas y allí que me fui.
– ¿Qué se encuentra cuando usted llega a Mozambique?
Primero te choca verlo todo tan “negro”. Fui en barco, tardamos 21 días en llegar. Recuerdo llegar a puerto y ver todo aquello que entonces era colonia portuguesa y no entender nada de lo que allí ocurría. Había leído algo sobre el colonialismo, pero verlo y vivirlo fue muy diferente. Ver que entre el pueblo africano que era el 99%, manden unos pocos colonos… eso me chocó bastante. Me enviaron al norte, en el distrito de Tete. Entonces Mozambique era una provincia de Portugal. Comencé a trabajar en una compañía minera de carbón. Allí estaba Miguel Antoni que era un misionero de Moncada, uno de los que me atrajo para ir allí. De ahí me marché a una misión en el interior del país, a Changara. En ese momento empezó la lucha por la independencia de Mozambique. Había guerrillas del Frente de liberación, evidentemente nosotros apoyábamos la Independencia de Mozambique dentro de las posibilidades. En el año 1972 las tropas portuguesas me dieron 24 horas para salir de la misión. Me pusieron un camión ahí y me llevaron 14 kilómetros hasta Changara Sede.
En abril del 73 me aconsejaron salir de Mozambique y ya no conseguí volver hasta la Revolución de los Claveles de Portugal. Entonces se hizo un gobierno de transición y en noviembre de 1974, con este gobierno de transición ya podemos volver a Changara. En Julio del 75 se proclama la Independencia de Mozambique.
– ¿Desde el punto de vista del sacerdote, se apoya la independencia?
La independencia y la liberación se apoyan al 100%.
– ¿Y los medios para conseguirla?
La guerrilla y eso es diferente pero te das cuenta que ellos no tenían otra forma. El gobierno portugués no cede en nada. Había cuatro partidos políticos y cada uno luchaba por una parte. Nosotros apoyábamos la independencia, no la guerrilla pero sí la independencia. Cuando se consiguió fue muy emocionante ver bajar la bandera colonial y subir la bandera de Mozambique. Después de esto se declara una república popular. Entonces las misiones tenían hospitales, colegios… y todo eso se nacionaliza. Pero claro, la jerarquía en la Iglesia era 100% portuguesa aunque rápidamente empiezan a poner los primeros obispos mozambiqueños. Reaccionan en contra de las nacionalizaciones. Las congregaciones que estábamos allí nos dimos cuenta que es desde dentro donde hay que trabajar. Por eso actuamos desde dentro del marxismo. Era el único modo de continuar teniendo peso en la educación y en la sanidad. Estuve como profesor y luego me nombraron director de una escuela industrial y comercial. Yo no sabía ni de comercio ni de industria, pero me metí allí a organizar la escuela. Continuaba atendiendo a la parroquia, pero también dirigía la escuela que pertenecía al partido del poder, que era marxista. Pero me respetaban a mí, mi forma de pensar y sobre todo mi fe. Por eso convivimos ahí.
Después de esta etapa comienza una guerra civil porque había un sector que quería destruir la república popular. Durante 16 años destruyen el país, queda totalmente arrasado. Tras esto, se constituye desde Roma la República Democrática de Mozambique. Llega un tiempo de abertura, la Iglesia ya es bien vista, la mayoría de los obispos ya son mozambiqueños… Continuamos ayudando desde dentro en este “nuevo país” más democrático. Marché a Maputo, allí estuve preso 4 días por defender los derechos de los estudiantes. Me quedé trabajando en el Ministerio de Educación en Maputo. Allí trabajé durante 11 años, compaginaba esto con una parroquia grande.
– ¿Cómo conviven con otras religiones en Mozambique?
Pues hay una gran cantidad de musulmanes. En Ressano García tenemos la Iglesia Católica, cuatro mezquitas, los protestantes y además una serie de sectas africanas… allí convivimos todos. Entre todos intentamos transmitir que somos hermanos y nos necesitamos para construir esa sociedad de compartir. Por suerte no hay extremismos de ningún tipo. Hemos logrado construir con el apoyo de Europa una escuela secundaria y bachillerato donde tenemos más de 1000 alumnos, los profesores los paga el gobierno y tenemos mucho peso en las decisiones. Y aquí estudian todos, sin distinción de religión y convivimos todos muy bien.
– ¿Cuáles son los principales problemas con los que se encuentra hoy en día Mozambique?
En Mozambique hoy en día todavía hay partes por mejorar. En la sanidad hay muchas cosas por mejorar, mucha falta de sanitarios y puestos de sanidad. Se está avanzando pero todavía queda por crecer. En la educación es parecido. En todo el distrito tenemos solo dos escuelas que tienen bachillerato. Y por supuesto la pobreza. La gente tiene necesidades económicas serias y los gobiernos no tienen esta fortaleza para ayudarles a generar recursos.
– ¿En qué proyectos está trabajando ahora?
Estaba muy preocupado con un tema y es que allí no existe oficialmente la preescolar. Y he construido en cinco poblados escuelas infantiles, pagamos los monitores, la comida… con ayudas que nos llegan desde fuera. Intentamos que poco a poco el gobierno oficialice estos centros para que pasen a sus manos en el aspecto económico. En uno de los poblados no habíamos construido el centro todavía, pero gracias a eventos como el concierto que realizaron en Valencia, vamos a poder construirlo en breve.
OMPRESS-VALENCIA
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