Los fiscales franceses han pedido que se emita una orden de arresto internacional para el hijo del presidente de Guinea Ecuatorial, Teodoro Obiang Nguema, según han declarado fuentes judiciales el día 11 de abril.
Los fiscales dieron su aprobación el 4 de abril a la orden para que se arrestase a Teodorín Nguema Obiang Mangue, y respondiera a cuestiones sobre la investigación de su supuesta corrupción, según las mismas fuentes.
Ahora es el ministerio de Justicia francés el que debe decidir si emitir dicha orden.
Los jueces franceses han estado investigando desde 2010 la proveniencia del dinero gastado en Francia pro los Obiang, además de por el presidente de Congo Brazzaville, Denis Sassou Nguesso, y por la familia del difunto Omar Bongo, anterior presidente de Gabón que ha sido sucedido por su hijo Ali Bongo.
Los cargos fueron presentados por Transparency International, TI, un organismo de vigilancia anti corrupción, que alega que los líderes y sus familiares gastaron fondos del estado de sus países en adquisiciones de lujo en Francia.
TI alega que Obiang es propietario de vehículos por valor de más de un millón de euros en Francia, mientras que los tres líderes juntos han acumulado bienes en Francia por valor de 160 millones de euros.
El hijo de Obiang es ministro de Agricultura, lo que le da un salario oficial de 3.200 euros al mes, y jefe segundo de la misión de su país en la UNESCO, con sede en París, un puesto que le da inmunidad diplomática.
Es considerado por la mayoría como el que está preparado para la sucesión de su padre.
En septiembre del año pasado, 11 de los coches de lujo de su familia fueron incautados en París, como parte de la investigación. El pasado mes de febrero, la policía registró una residencia de Obiang en un distrito de lujo de París, llevándose furgonetas de posesiones requisadas.
El presidente Obiang gobierna Guinea Ecuatorial desde 1979, es el jefe de estado que más tiempo lleva en el poder de toda África.
A pesar de que su país es el tercer exportador de petróleo del continente, el pueblo vive sumido en la pobreza.
(Africa Review, Kenia, 11-04-12)