Según un informe publicado el día 30 de noviembre, la prestigiosa Escuela de Economía de Londres, Gran Bretaña, ha sido culpable de un “capítulo de fracasos” durante sus estrechas relaciones con el depuesto régimen de Muamar Gadafi, de Libia.
El informe destaca la decisión del director de la Escuela, Howard Davies, de dejar al centro aceptar un regalo de 1.5 millones de libras esterlinas de una Fundación dirigida por Saif Al Islam, el hijo del líder libio.
Davies dimitió de su cargo por este asunto el pasado mes de marzo, mientras aumentaba la indignación internacional por la represión de Gadafi sobre su propio pueblo que se había levantado.
Saif Gadafi se graduó en la escuela de Economía de Londres, con un máster de ciencias en Filosofía, Política y Valores Sociales en 2003 y con un doctorado en Filosofía en 2008. Una investigación separada está investigando las acusaciones sobre que su tesis doctoral fue plagiada.
Se pidió al autor del informe, el ex juez Harry Woof, que investigase por qué la Escuela londinense había ignorado las advertencias de que su reputación se vería dañada por la relación con el régimen de Gadafi.
Woof concluyó que la institución se había expuesto a un “grado significativo de riesgo”, que se materializó con la violenta respuesta de Gadafi al levantamiento popular de febrero.
Añadió que se había producido un “capítulo de fracasos” al escudriñar la donación propuesta, que iba a ser pagada en cinco cuotas anuales de 300.000 libras, según Woof. “La verdadera fuente del dinero regalado… nunca se estableció”, añade el informe: Se confió en la sola palabra de Saif Al Islam”.
El recibimiento de la primera cuota, seis semanas después de que se concediera al hijo de Gadafi el doctorado, fue “desafortunado” y “arriesgado”, dice el informe y hizo que la gente pensase que él había “comprado su doctorado”.
La Escuela dice que aceptó las recomendaciones del informe, que incluyen el establecimiento de un código ético para proteger su reputación y la creación de un organismo que controle la admisión de estudiantes de postgrado.
También aconseja que se revise la política de las donaciones externas.
(IOL, 01-12-11)